Hace más de tres décadas que la provincia sureña senegalesa, Casamance, vive una crisis político-militar. En 2014, se vislumbró un principio de solución, pero la actitud ambigua de los rebeldes del Movimiento de las Fuerzas Democráticas de Casamance (MFDC) y las divisiones internas de este grupo hacen temer que la solución va para largo.
¿CUÁL ES LA CAUSA DEL PROBLEMA?
El gobierno central de Dakar pretende desenclavar la región agrícola interior, que carece de vías de acceso. Se trata de construir vías secundarias, que enlazarían con la N-6.
En conversaciones habidas el 5 de junio de 2014, el jefe insurgente de la localidad de Kaserole, César Atute Badiate, se opuso rotundamente al proyecto y fue tal su atrevimiento, que paralizó las operaciones de desactivar las minas antipersona y cualquier proyecto de desarrollo regional.
Ante esta actitud fue convocado un encuentro en la ciudad de Sto. Domingo (Guinea Bissau) con la participación del cardenal Teodoro Adrien Sarr y del Obispo de Ziguinchor, mons. Paul Abel Mamba, además de representantes del MFDC y del gobierno. Badiate, después de ocho horas de negociaciones, se mantuvo en sus trece: Carreteras, NO; Desarrollo, NO.
UNA GUERRA TIBIA
A lo largo de 36 años, esta guerra ni fría, ni caliente, se ha cobrado más de 5000 víctimas y ha generado decenas de miles de desplazados. Parece ser que tanto Badiate como su colega, Ibrahim Compas Diattase se oponen a la construcción de esta carrtera , porque pasaría muy cerca sus bases.
Aunque algunos piensan que el motivo del rechazo tiene que ver con las negociaciones que representantes del Gobierno están llevando a cabo en Roma – amparados por la Comunidad de Sto Egídio – con otra rama de la rebelión, liderada Salif Sadio, que el 29 de abril de 2014 anunció ‘un alto el fuego unilateral’, cosa que Badiate y Compass no aceptan sin negociar primero con Salif.
MOTIVOS DE ESPERANZA
En la visita del presidente Macky Sall a la región en mayo de 2014. Era su primera visita oficial. El presidente traía bajo el brazo un buen paquete de millones para el desarrollo, se trataba de un MACROPROYECTO de CASAMANCE POLO de DESARROLLO. Los 35 millones de euros vienen del Banco Mundial y de donantes internacionales.
La Primera Ministra, Aminata Turé, afirmaba: ”No podemos alcanzar la paz hablando sólo de política, en una región que ha sufrido tanto durante 30 años de conflictos. Tenemos que ofrecer iniciativas concretas a la población”.
El presidente Sall recibió discretamente a los diferentes líderes guerrilleros, que quedaron bien impresionados, porque Sall les dedicó tres días, mientras que algunos presidentes anteriores despachaban la visita en pocas horas.
Otra particularidad del discurso de Sall es, que pretende acelerar el desarrollo de la región y crear condiciones propicias al retorno de la paz y la reconciliación. Desde la tribuna de la plaza Aline Sitoe Datta, el presidente explicó su proyecto a los campesinos: Construcción de escuelas, carreteras y puentes y rehabilitación de los hospitales de Ziguinchor y Sédhiu.
DESCARTAR LAS VELEIDADES SECESIONISTAS
«Propongo a todos la paz de los valientes, sin vencedores ni vencidos, para el bien de todos. No es porque las cosas sean difíciles, que vamos nosotros a dejar de ser atrevidos. Al contrario, si nos acobardamos, las cosas se complican. Yo estoy totalmente comprometido con una Casamance estable y próspera, dentro de un Senegal unido e indivisible,” concluyó.
ENCONTRAR UNA SALIDA DIGNA
Abandonadas sus veleidades independentistas, el MFDC está procurando fórmulas adecuadas a una salida digna del conflicto. Conseguir una amnistía general, aprobada por el parlamento, la retirada de las órdenes de arresto internacional contra los principales líderes guerrilleros y la reinserción de los militantes de esos movimientos en la vida social, mediante programas de apoyo.
LA FUERZA DE LAS MUJERES
Las comunidades ‘serer’ de Thiès y de Ziguinchor se reunieron en junio de 2014. Los ‘serer’ son primos de los ‘diola’ y consideran que pueden aportar piedras para construir la paz.
La asociación de mujeres ‘serer’ de Thiès está constituida por una mezcla de varias etnias: Haal pulaar, diola, bámbara y socès. Además, ambas partes se comprometieron, mediante un documento llamado ‘Medidas de confianza mutua’, a favorecer el retorno de la paz y a reducir el sufrimiento de la población.
CONCLUSIÓN
Todo nos anima a pronosticar una era de paz y progreso, para una Casamance que tiene posibilidades de llegar a ser un polo de turismo senegalés en la costa del Atlántico.