Carta a los delegados de gobierno, alcaldes, jefes de aldeas y barrios, ejércitos republicanos en Centroáfrica, funcionarios, comerciantes, alumnos, jubilados, artistas, artesanos , agricultores, ganaderos, diplomados, parados, sin profesión, diáspora centroafricana y otras profesiones en la República Centroafricana.
Centroafricanos y centroafricanas, queridos compatriotas, ¿cuál es nuestra conclusión? La República Centroafricana a través de las últimas décadas, vive uno de los peores momentos de su historia. Su situación económica, social y la seguridad se han vuelto críticas y todavía continúan deteriorándose.
A pesar del apoyo incondicional de los países de la región y de la comunidad internacional, el colapso de la República Centroafricana parece ahora inevitable.
¿Se puede afirmar que el levantamiento patriótico del 24 de marzo de 2013 alcanzó los nobles objetivos que perseguía?
En el plano político
La República Centroafricana se encuentra bajo el yugo de un poder que no representa una democracia asentada.
El compromiso patriótico en Centroáfrica esta a partir de ahora a la merced de cualquier amenaza.
El escenario político centroafricano se ve privado de los partidos de la oposición a causa de las repetidas violaciones a la integridad física de sus dirigentes. Otros comportamientos autocráticos desaniman a los más audaces de entre ellos.
La preocupación también se cierne sobre la eficacia de la ex Seleka y sus aliados que constituyen la coalición presidencial. Este gran grupo de compatriotas con talento, dispuestos a servir a su nación, tienen dificultades para expresar libremente su intelecto por temor a la maquinaria represiva de los poderes públicos de Bangui.
Por desgracia, un gran número de compañeros abnegados a la causa del levantamiento patriótico del 24 de marzo, están en el punto de mira por tener opiniones contrarias a los intereses egocéntricos de los poderes públicos de Bangui.
Lamentamos la falta de solidaridad entre los partidarios de los ministerios en el seno del gobierno de Tiangaye y que tiene como consecuencia directa la congelación de un nuevo impulso de desarrollo de la nación Centroafricana.
En cuanto al Consejo Nacional de transición, tiene verdaderamente una utilidad si no está más que constituido por consejeros dedicados exclusivamente a los servicios de poder de Bangui.
En el plano económico
Una gestión escandalosa de la tesorería pública centroafricana y de las empresas estatales ha sumido a la actividad económica en el caos, especialmente a las compañías de agua potable y electricidad quienes ya no llegan a asegurar la distribución necesaria e indispensable para la vida del pueblo centroafricano.
La corrupción está legalizada: como lo demuestra el nuevo código minero que constata esta perversión económica con el sobrenombre de «Bonus».
En el plano social
La educación, así como el futuro de la juventud en Centroáfrica parecen ahora sacrificados.
El desorden político en Centroáfrica no ha favorecido la implantación adecuada, ni de establecimientos escolares públicos, ni de universidades u otros centros de formación. Por lo que respecta a los que ya existen, funcionan dentro de una precariedad deplorable.
¿Qué decir de los hospitales? cada familia centroafricana conserva un amargo recuerdo debido a varias muertes trágicas: un gran número de sus familiares han perecido por falta de servicios de Urgencias o tratamientos adecuados.
Los apagones repentinos y frecuentes, incluso si son la causa de muchas imperfecciones, no explican el exceso de mortalidad que sobreviene en el transcurso de intervenciones quirúrgicas o en las unidades de cuidados intensivos.
Aquellos que más destacan no han tenido siempre ni el apoyo político deseado ni el mínimo de materiales requeridos, necesarios para sus acciones.
Las reivindicaciones legítimas de los trabajadores del sector público relativas al desbloqueo total de sus salarios y a la aplicación de la nueva ley de la función pública, no encuentra, hasta día de hoy, ninguna escucha del gobierno.
La tasa de desempleo de los jóvenes aumenta cada año.
Nada en el plano político deja pensar que se quiera incitar, en la práctica, al surgimiento de grandes empresas, ni a la creación de pequeñas y medianas empresas e industrias, los proveedores de empleo y reductores de paro.
En estas condiciones, entonces ¿Cómo reducir la pobreza y sus males concomitantes?
En el plano de seguridad
La inseguridad a la que son expuestas las personas y sus bienes, incluso en Bangui, la capital, continúa siendo un problema y todo el mundo sabe que el presidente Djotodia no aportará una solución antes del fin de su mandato.
Además del ejército republicano, cuyos elementos son asesinados a lo largo de meses y años, sin preocupar a los altos mandos, los crímenes perpetrados contra los civiles son ahora trivializados por haber sido integrados en su día a día.
Gérard Nga-Boukanga-Gonoguele
La Nouvelle Centrafique
