Carta abierta a todos los sudafricanos

5/05/2015 | Opinión

Mi nombre es Danai Pachedu y tengo 11 años de edad. En las dos últimas semanas mi vida ha cambiado. He tenido miedo de ir a las tiendas porque la gente podría reconocerme. He dejado de hablar Shona (1) en público o en voz demasiado alta en casa, porque podría ser reconocido y nuestra casa identificada. Ya no voy más a jugar al parque porque podría no volver si alguien me reconociese. Paso la mayor parte de mi tiempo en el interior de nuestro patio o en mi escuela privada porque tengo miedo de ir a cualquier parte y ser reconocido.

Our_children_ZA.jpg Escucho a otros niños fuera de nuestro patio riendo y hablando en voz alta a sus padres en idiomas extranjeros porque ellos no tienen miedo. Algunos de esos niños son portugueses de Portugal, judíos de Israel, chinos de China, pakistaníes, libaneses, italianos, pero no tienen miedo, son libres. Sin embargo, yo tengo miedo, y no me siento libre. Todavía soy afortunado porque a veces la gente piensa que soy «Sudafricano», extraño para mí porque soy de Sudáfrica ¿Lo soy? Maluti, mi hermano no es tan «afortunado», ya que la mayoría de la gente piensa que es de África Occidental. Lo descubrirán y reconocerán fácilmente. Así que últimamente tampoco va de compras ni a jugar al parque. Maluti se pregunta si debe continuar yendo en su bicicleta al gimnasio o a jugar al fútbol en un campo municipal porque tiene miedo de lo que le puedan hacer si lo reconocen. Maluti no aparenta 16 años, más bien se parece a uno de esos tipos que trabajan a diario por muy poco dinero en los restaurantes. Podrían pensar que está quitándoles el puesto de trabajo por lo que también tiene miedo. Maluti tiene un poco de suerte porque él no tiene que preocuparse de hablar Shona – lo habla tan mal en todo caso que mi mamá dice que si hablara Shona en la frontera con Zimbabwe lo deportarían de nuevo a Sudáfrica. No sé qué es peor, su Shona o su Zulú pero lo que sé es que en los dos casos lo descubrirían.

Luego está mi tía Alice, ella nos ayuda en la casa. Mi madre la trajo, así que puede ayudar con el Shona y con la cultura Shona. Ella es muy Shona, en cualquier otro lugar sería un tesoro .Ella también será descubierta. Ella lleva su permiso a todas partes, pero no creo que le pueda ayudar, ya que siempre se hace notar como un pulgar dolorido. Incluso la policía no reconoce ese permiso ya que todos los meses me dice que tiene que apartar R400 (30 euros) para sobornar a la policía para que no la deporten. Últimamente se empeña en blanquear la piel. No estoy seguro de que esto haya funcionado, ya que todavía huele a Shona y seguirá siendo reconocida. Ella está aterrorizada, pero no tiene elección ya que tiene que trabajar.

Estoy preocupado por mis padres. Mi madre, a pesar de estar en Sudáfrica desde antes de 1994 es Shona, será descubierta. Ella tiene que llevar siempre, a todas partes su documento de identidad sudafricano, pero eso tampoco ayuda, porque muchas veces ha sido acusada de falsificar él documento. Cuando estoy en la escuela me preocupa que ella pueda delatarse hablando con acento Shona o diciendo su apellido.

Mi papá es un poco más afortunado ya que trabaja en los suburbios del norte y no van a ir allí. Es mi madre y las otras personas que trabajan en nuestra pequeña tienda, en las tiendas de chinos, o como empleados domésticos y en los restaurantes, donde ganan menos de R1500 (112 euros), los que son buscados. Dicen que ellos están robando empleos sudafricanos. No lo entiendo. ¿Por qué no castigan a las personas que les dan puestos de trabajo o acaso les temen? ¿No son los portugueses de Portugal, los judíos de Israel, los chinos de China, los pakistaníes, libaneses e italianos los que roban empleos sudafricanos o les tienen miedo a ellos?

Mis padres han trabajado incansablemente durante 9 años para que nuestra pequeña tienda funcione. La tienda es el orgullo de mi madre y ella va allí cada día. Temo que esta tienda que ha sido una bendición nos traiga problemas. No puede pasar desapercibida. Es reconocible a primera vista. Me gustaría que no necesitáramos el dinero de esa tienda. Ahora creo que podríamos morir a causa de esa tienda.

El problema es que no puedo descansar porque no sé cuándo mi familia y yo seremos reconocidos. Asimismo, no entiendo qué mal ha hecho mi familia o mi tía Alice, los trabajadores de la tienda, los camareros. ¿Qué mal hemos hecho todos? Tengo miedo de que si nos reconocen quemen con gasolina nuestra tienda, nos echarán de nuestra casa y nos matarán. Yo, por lo menos, puedo correr y esconderme en nuestra casa suburbana. Pero qué pasará si cogen a mi tía o al hombre de 85 años de Malawi que ha vivido en Sudáfrica desde que tenía 25 años de edad, o a mi primo Tarisai que trabaja 14 horas diarias todos los días para sobrevivir; No han hecho nada malo a nadie.

He visto videos de lo que pueden hacer a «extranjeros». Tengo miedo de que nadie quiera protegernos, ni la policía ni el gobierno. Simplemente nos pondrán en tiendas de campaña en un campo de fútbol y nos acusarán de estar involucrados en delitos.

La mayoría de los ciudadanos sudafricanos no parecen preocupados y no nos defenderán. La mayoría de los ciudadanos ni nuestros vecinos quieren meterse en líos. Algunos de ellos incluso parecen estar de acuerdo en que nos reconozcan y suframos las consecuencias. Estoy preocupado de que sea sólo una cuestión de tiempo antes de que todos los «extranjeros nacionales o nacionales extranjeros» seamos reconocidos y asesinados.

Nuestra situación tampoco importa al mundo. No somos Charlie Hebdo, ni americanos, ni europeos, ni ciudadanos chinos. Somos KWEREKWERES (2). Me pregunto dónde vamos a ir cuando llegue el momento. Maluti y yo hemos nacido en Sudáfrica, nunca hemos vivido en otro sitio. Mi madre y mi padre han estado en Sudáfrica durante más de 20 años y son «ciudadanos». Básicamente han vivido toda su vida adulta en Sudáfrica. Mi tía Alice está tratando de sobrevivir y no ha cometido delito alguno. Los trabajadores de nuestra tienda nunca han hecho daño a nadie y mamá dice que los mantiene porque están preparados para trabajar y cocinar comidas Shona. Son buena gente y no cometen ningún delito.

Tengo miedo de que un día, yo y mis compañeros KWEREKWERES seamos apaleados hasta morir o rociados con gasolina y quemados vivos por ser KWEREKWERES. No nos darán oportunidad de mostrar nuestro carnet de identidad, aunque éste nos salvaría. Y que cuando llegue el día nuestro único delito será que somos RECONOCIDOS COMO KWEREKWERES y no merecemos ser tratados como seres humanos, menos aún como ciudadanos sudafricanos o africanos.

Todas las noches de madrugada escucho a mis padres hablar de a dónde podemos escapar. Tal vez a Nueva Zelanda, Australia o Canadá donde parece que aceptan profesionales. Pero también esto me da miedo. Yo echaré de menos a mis amigos, mi escuela, mi hogar y mi país y seré sin duda «un extranjero nacional o un nacional extranjero». Algunos dicen que deberíamos volver a Zimbabue. ¿Dónde podrán comenzar mis padres después de 23 años de ausencia? ¿Dónde podrá tía Alice conseguir dinero para alimentar a su familia? ¿Dónde se instalarán nuestros trabajadores? ¿Qué hará Maluti que ni siquiera sabe hablar Shona, y no quisiera vivir en Zimbabwe porque dice que no puede identificarse con nada de allí como tampoco yo? ¿Podré, algún día ser considerado sudafricano o un ser humano?

Me pregunto por qué mis hermanos y hermanas de “Sudáfrica» no me quieren y sin embargo son felices abrazando a portugueses de Portugal, judíos de Israel chinos de China, pakistaníes, libaneses, italianos, a cualquiera menos a africanos. Claro, todos sabemos que tienen más dinero que los pobres africanos y tiendas más grandes. ¿Dejaré algún día de sentir miedo de mis compatriotas? Lo más importante ¿vais a hacer todos la vista gorda mientras que personas inocentes son asesinadas por el único crimen de ser KWEREKWERE y estar haciendo todo lo posible para sobrevivir y alimentar a sus familias?

¿Tiene que ser asesinado un portugués de Portugal, un judío de Israel, un chino de China, un pakistaní, un Libanes, un italiano, un europeo o americano para que se denuncie esta situación?

Mi nombre es Danai Pachedu y soy KWEREKWERE.

La xenofobia una bomba de relojería.

Notas:

1 Lengua hablada por el pueblo shona, mayoritario en Zimbabue.

Wainaina.jpg 2 Kwerekwere: Término despectivo para definir a un africano de fuera de Sudáfrica. Se utiliza principalmente en el entorno de Johannesburgo, pero recientemente se ha generalizado en Sudáfrica entre los ciudadanos negros. Binyawanga Wainaina, escritor keniano que trabajó durante un tiempo en Ciudad del Cabo, ofrecía la siguiente definición: «Se dice que los Kwerekweres son muy oscuros y demasiado ambiciosos. Se supone que debemos ser muy buenos en dos cosas: vender cosas en las esquinas de las calles y en la magia negra (muti). Nuestro principal delito es el robo de puestos de trabajo y las mujeres».

Fuente: eNCA – [Fundación Sur]

[Traducción, Jesús Esteibarlanda]

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