Carolina Martínez es geógrafa y naturalista. Desde hace tres años trabaja en la conservación de tortugas marinas en la costa continental de Guinea Ecuatorial, uno de los lugares principales para el desove de varias especies. El problema es que la población nativa gusta mucho de comer los huevos y la carne de estos animales.
Guinea Ecuatorial es uno de los principales hábitats de la tortuga marina, puesto que anidan cinco de las siete especies que existen en todo el planeta, todas ellas en peligro de extinción. Entre ellas, la tortuga verde (Chelonia mydas) o la tortuga golfina (lepidochelys olivacea).
Tortugas Marinas de Guinea Ecuatorial (TOMAGE) es una organización que trabaja, desde hace 8 años, con voluntarios internacionales y nativos para la protección de las tortugas marinas en diferentes zonas de Guinea Ecuatorial.
Carolina Martínez llegó en 2011. Le gusta tanto su tarea que se ha quedado. Antes estuvo en Egipto trabajando en el río Nilo con migraciones de aves.
Carolina nació en Madrid. Desde niña tiene vocación naturalista. Hace seis años se fue sola con su mochila durante tres meses por Asia.
En Guinea Ecuatorial trabaja en tres áreas protegidas. Una de ellas es el Parque Natural de Río Campo, al norte del país, frontera con Camerún. Ahí se encuentra el ecomuseo inaugurado hace siete años. Son dos cabañas de arquitectura tradicional. Carolina dice que “es muy coqueto”. Cerca hay un pequeño hotel rústico que sirve para fomentar el turismo y así crear una economía sostenible. Otra zona protegida es el Parque Natural de Punta Ilende, en mitad de la costa guineana continental. La tercera es la reserva científica de Nedji o Punta Negra, en el estuario del Río Muni, cerca de la localidad de Kogo.
Carolina va rotando de un lugar a otro. Los meses de febrero y marzo son esenciales pues salen las crías de los huevos.
Intentan concienciar a la población para que respeten la época de puesta. Los pescadores tienen la costumbre de capturar tortugas para ser utilizadas como alimento en eventos especiales como bodas.
Patrullan a la noche para disuadir a los furtivos ya que las tortugas ponen los huevos a las noches. También anillan las hembras para recoger datos estadísticos.
Cuando termina la temporada de campo, Carolina da clases en la universidad de Bata.
Carolina Martínez nos habla desde Bata para el programa de Radio Euskadi “Levando Anclas” el 15 de marzo de 2015.
Original en: El Blog de Roge