Canarias y Africa, el sueño de una noche de verano…, por Rafael Muñoz Abad

15/12/2016 | Bitácora africana

El único estado en Europa que no ve un paraíso fiscal en las Islas Canarias es el español. Como padre intelectual de la afirmación, estoy plenamente convencido de que así es. Diseccionemos la premisa. Entre Canarias y Nigeria, propiamente como tales, no hay más de tres refinerías de crudo: Dakar, Ghana y Costa de Marfil. Un trébol de instalaciones “menores” que no superan la capacidad de refino de la – desmantelada – planta de Santa Cruz de Tenerife; capaz de 4 ½ millones de toneladas anuales; unos 100.000 barriles de crudo/día. ¿Por qué?; muy simple. Gran parte de la enorme producción de crudo del Golfo de Guinea se refina en el enjambre de refinerías del mar del norte. Las riberas de los Países Bajos y el Reino Unido procesan el crudo que después se reenvía en forma de gasolinas a gran parte de la fachada atlántica de Africa. Un enroque comercial que, refuerza la industria petrolífera de Holanda e Inglaterra, da negocio a los armadores y navieras y, subordina las economías de gran parte de países africanos a los intereses de sus ex metrópolis. Un negocio perfecto; neocolonialismo; nada ha cambiado. España queda fuera de la tarta. Seguimos. Entre Las Palmas y Tenerife pasa un mínimo diario de dos buques tanques cargados de crudo y otros tantos con rumbo sur con gasolinas y refinados cuyo destino son los puertos africanos. Aquí hay una refinería; bueno, la había.

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El tráfico marítimo que remonta el atlántico sur o a él se aproa, en buena medida lo hace entre los corredores de aguas internacionales – le quede bien claro a Coalición Canaria la no insularidad de ese espacio marítimo – que discurren entre Tenerife – Gran Canaria – Fuerteventura. Flujo de buques que apenas hace escala en Canarias y si lo hace, es en Las Palmas. El puerto de consumo suele ser Gibraltar. ¿Por qué?; ¿Por qué en Gibraltar, sin refinería, es más barato el consumo que en la vecina Algeciras? Escandaloso. Evidentemente son decisiones políticas entre Londres, Madrid y Bruselas. Gibraltar, con su propia normativa diseñada ex profeso y código marítimo y un enorme registro de buques, es una máquina de hacer dinero; algo que España no considera ni en Canarias, Ceuta o Melilla. En el momento que The rock le cueste a la corona británica un solo penique, nos lo envuelven en papel Harrods y en la puerta de La Moncloa nos lo dejan con monos y todo. Canarias es una R.U.P – región ultra-periférica -, lastimera, subvencionada y gobernada por mendigos políticos cuyas miras apenas van más allá de una romería y un discurso de saldo que ya no da para más. Aun así, el estado español es el responsable de que Canarias no sea una plataforma de entrada a Africa; lo cual no exime a la clase política canaria de su alarmante falta de miras.

En términos fiscales, el estado español es una ancronía digna de las haciendas de Felipe II. El día que decida sacar a Canarias del regimen autonómico, cree un registro de buques de verdad con una bandera de conveniencia y ofrezca un trato fiscal alegre para atraer empresas y capital, ese día será la tumba de Gibraltar y la venganza de Trafalgar. Pero eso no ocurrirá jamás; España es un estado acomplejado, cobarde y plegado a los intereses de ultramar franco – británicos y tiene claras instrucciones de no molestar. Ni está ni se le espera. ¿Alguien duda que si la Union Jack ondeara en La Plaza de España, que entonces sería Neslon Square y conduciríamos por el otro lado y esto seria Teneriffe, la refinería de Santa Cruz no pararía de exportar gasolinas a Africa? Tenemos lo que nos merecemos. Falta de horizontes. Y de nuevo, cabe alguna duda que si Las Palmas y su puerto – ejemplar en gestión – pudiera tener una refinería operativa, ¿la tendría parada?

Después está la eterna cantaleta de Canarias hub – centro logístico – de Africa. Proclamas y rebuznos electorales que sólo salen en campaña o cuando un alcalde cateto inaugura una nave para guardar algo que nunca va a llegar. Lo cierto es que Canarias vive de espaldas al Africa inmediata a la que aún miramos preñados de prejuicios sociales y miedos infantiles. Y es que aun recuredo a un alto político canario preguntarme donde estaba la Mauritania esa; sin comentarios. Cada día que se deja pasar sin apostar por invertir en el continente vecino, pero hacerlo de verdad, con legislación cómoda y siendo atractivos para empresas y multinacionales que quieran establecerse aquí de cara a West Africa, se pierden oportunidades económicas que ya son una realidad en Marruecos y evidentemente en el triángulo Paris-Londres-Ámsterdam. Navieras estilo Delmas o CMA CGM, herramientas de poder pos colonial, son las verdaderas plataformas de entrada a Africa pues transportan todo tipo de manufacturas que, si bien es cierto no pueden ser fabricadas aquí, sí que se podrían almacenar; ahorrando hasta 72 horas de navegación respecto a los centros de distribución del norte de Europa. Eso se traduce en ahorros de combustible y tiempo; beneficios. Competitividad. Entonces, ¿es posible que podamos aspirar a ser ese hub de cara a distribuir mercancía al Africa inmediata? No lo creo; el pensamiento ya no español, si no el de nuestro rebaño político insular es continental y muy castellano; nada aventurero y mira a Europa con ínfulas de no sé qué… España ha dejado de ser un país marítimo. Incluso las islas viven de cara al barranco, salvando la honrosa excepción de Las Palmas que es un [excelente] patrón de ciudad portuaria y comercial. Conexión real de Canarias con Africa. A mí me recuerda mucho a mi Ciudad del Cabo o Durban; una vibrante urbe oceánica que ve en su puerto una veta económica y la oportunidad para progresar y establecer lazos allende del horizonte. Visión. Una pena lo que ocurre en Santa Cruz; caso opuesto y puerto satélite de Las Palmas. Aquí, en chichalandia, tradicionalmente el puerto ha sido visto con prejuicios como algo sucio que huele mal ergo debe esconderse. Algo surrealista viviendo en una isla. Y que no los engañen, la elegante postal marinera de un puerto repleto de cruceros apenas deja dinero en comparación con la carga; verdadero filón que inyecta economía de largo recorrido y no estacional a una ciudad portuaria. Si tienen dudas, salgan un sábado a las seis de la tarde por un paseo marítimo de Las Palmas y después háganlo en Santa Cruz. Cada uno tiene lo que ha plantado por consiguiente recoge lo que se merece.

Rafa Muñoz Abad

Doctor en marina civil y evolución de la navegación.

CENTRO DE ESTUDIOS AFRICANOS DE LA ULL.

cuadernosdeafrica@gmail.com

Autor

  • Muñoz Abad, Rafael

    Doctor en Marina Civil.

    Cuando por primera vez llegué a Ciudad del Cabo supe que era el sitio y se cerró así el círculo abierto una tarde de los setenta frente a un desgastado atlas de Reader´s Digest. El por qué está de más y todo pasó a un segundo plano. África suele elegir de la misma manera que un gato o los libros nos escogen; no entra en tus cálculos. Con un doctorado en evolución e historia de la navegación me gano la vida como profesor asociado de la Universidad de la Laguna y desde el año 2003 trabajando como controlador. Piloto de la marina mercante, con frecuencia echo de falta la mar y su soledad en sus guardias de inalcanzable horizonte azul. De trabajar para Salvamento Marítimo aprendí a respetar el coraje de los que en un cayuco, dejando atrás semanas de zarandeo en ese otro océano de arena que es el Sahel, ven por primera vez la mar en Dakar o Nuadibú rumbo a El Dorado de los papeles europeos y su incierto destino. Angola, Costa de Marfil, Ghana, Mauritania, Senegal…pero sobre todo Sudáfrica y Namibia, son las que llenan mis acuarelas africanas. En su momento en forma de estudios y trabajo y después por mero vagabundeo, la conexión emocional con África austral es demasiado no mundana para intentar osar explicarla. El africanista nace y no se hace aunque pueda intentarlo y, si bien no sé nada de África, sí que aprendí más sentado en un café de Luanda viendo la gente pasar que bajo las decenas de libros que cogen polvo en mi biblioteca… sé dónde me voy a morir pero también lo saben la brisa de El Cabo de Buena Esperanza o el silencio del Namib.

    @Springbok1973

    @CEAULL

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