El día 12 de febrero la Asociación sin Papeles de Madrid, junto con la red de apoyo de Ferrocarril clandestino, presentaron en rueda de prensa la campaña por la despenalización del Top Manta. Después, esa misma tarde, convocan una manifestación bajo el lema “Sobrevivir no es delito, despenalización del Top Manta ¡ya!”.
Esta campaña es la continuación de otras previas, para pedir indulto por cuatro jóvenes subsaharianos, que se enfrentaban a penas de cárcel por vender en el Top Manta, o la de la presentación de la “Asociación de Sin Papeles”, un grupo de más de 200 personas sin papeles, la mayoría de ellos del África subsahariana, que han decidido movilizarse para defender sus derechos y apoyarse unos a otros.
En la presentación intervinieron dos representantes de la red de apoyo Ferrocarril Clandestino, Marta Palo y el abogado Fernando Mate, dos representantes de la Asociación Sin Papeles de Madrid, Ramón y Diane, de Senegal y Camerún, y dos artistas, uno miembro de la SGAE, el actor Alberto San Juan, y otro miembro de otra sociedad de autores, DAMA (Derechos de Autor y Medios Audiovisuales), el director de cine Javier Corcuera.
El motivo de esta campaña es que no pase desapercibido el momento crucial que vivimos en España, a lo largo de la primera mitad del 2009, cuando se va a debatir y votar en el Parlamento la reforma prevista del Código Penal. Nadie presta atención a estas cosas, menos mal que el Ferrocarril y la Asociación Sin Papeles están ahí para reclamar nuestra atención y explicarnos qué es lo que se va a aprobar en nuestro nombre, o en el de nuestro bienestar, porque a muchos, como declararon los artistas presentes en el evento, no nos parece justo que en nuestro nombre criminalicen la pobreza, y con la escusa de defender nuestros derechos, pisoteen los de otras personas.
En la reforma propuesta, el artículo 270 del código penal prevé de 6 meses a dos años de prisión y de 12 a 24 meses de multa “para quien reproduzca, plagie o distribuya obras de autoría registrada”. Esto se traduce en que los chicos que venden CD o DVD en el Top Manta, van a recibir sobre sus espaldas todo el peso de la ley penal, de una manera tan desproporcionada, injusta y extrema, que es, sencillamente, intolerable.
En Madrid se encarcela más a los manteros que en el resto de España
Las intervenciones de los representantes de la red ferrocarril se centraron en intentar dar a conocer lo injusto de esta penalización para unas personas que sólo quieren sobrevivir. La desproporción de la propuesta ante el Parlamento: por robar menos de 400 euros no se va a la cárcel, sin embargo, por vender un puñado de CD para comer, se va a la cárcel. Matizando que es más peligroso vender Top Manta en Madrid que en ninguna otra parte de España, en las demás ciudades, no se mete en la cárcel a los jóvenes detenidos por este delito, pero quién tenga la desgracia de verse obligado a vivir en Madrid, y no tener otro medio de vida que el de la manta, tiene todas las posibilidades de acabar en la cárcel. Marta Malo leyó un comunicado de la Red Ferrocarril, que está recogiendo firmas para la despenalización del Top Manta.
El abogado de la red alega que es importante recalcar que “dentro de todo el ordenamiento jurídico español, la parte que se está utilizando es la parte más dura que existe, que es la parte del código penal. Hay otras partes del ordenamiento que se pueden utilizar, tanto para defender los derechos de los autores, como para proceder al castigo de las personas que realizan la actividad de vender copias ilegales, y son sanciones administrativas por el incumplimiento de las ordenanzas municipales sobre venta ambulante, o el procedimiento civil, para que los derechos de los titulares de los derechos de autor puedan solicitar las posibles indemnizaciones, es decir no tenemos que ir al código penal porque es el peso del Estado y de la ley el que recae sobre estas personas, que no tienen medios suficientes para defender adecuadamente sus derechos”.
Los mismos derechos y responsabilidades que cualquiera
Los representantes de los Sin Papeles, los valientes sin papeles, también leyeron su correspondiente declaración: no queremos más que vivir dignamente, tenemos los mismos derechos y responsabilidades que el resto del mundo. No queremos hacer daño a nadie, éste, el comercio de películas y discos en las calles, es el único medio de vida que nos dejan tener, puesto que nos niegan los papeles para trabajar en nuestros oficios: carpinteros, informáticos, pescadores, músicos, profesores, albañiles, pintores, traductores, estudiantes… sobrevivir no es un delito.
Ya hay 63 chicos en la cárcel por el delito en cuestión y cientos de causas penales abiertas por el mismo.
La cuestión es ¿Es este un delito tan grave como para merecer la cárcel? Seamos francos, la sociedad española no lo considera así. La sociedad compadece a la gente que se tiene que buscar el pan vendiendo en la calle, pero no es consciente de que, en su nombre, van a institucionalizar estos castigos tan desmesurados.
Si los artistas conocieran la ley no la apoyarían
Esta misma situación es la que, según desveló el actor Alberto San Juan, se vive en la propia SGAE (Sociedad General de Autores Españoles), quien declaró que apoya esta campaña primero como ciudadano y después como socio de la SGAE. “Quiero hacer un llamamiento a mis compañeros de profesión y de sociedad y a los que dirigen la SGAE, directamente, para que se informen sobre esta cuestión y para que reflexionen sobre ella y para que se impliquen, porque creo que todos los compañeros, o por lo menos todos con los que yo hablo, están en desacuerdo absoluto con que alguien pueda ir a la cárcel por este motivo, pero lo grave es que ¡nadie, o casi nadie, sabe esto! No están informados. Debemos informarnos y decir: ¿qué está pasando aquí?”. Así las cosas, la SGAE ha decidido promover y apoyar, en nombre de todos sus desinformados miembros una ley “tan cruel y tan alejada de lo que debería ser la cultura”, como define San Juan.
El actor va más allá y afirma “Me parece que en ningún caso se pueden poner los derechos de autor por encima de los derechos humanos elementales como son la libertad y el derecho a comer”, y añadió “La cultura es el aprendizaje de la convivencia y nunca proteger la cultura puede pasar por enviar a personas a la cárcel por vender discos y pelis piratas en la calle, porque necesitan comer”.
Por su parte el director de cine, Javier Corcuera, miembro de la DAMA, asegura que va a llevar los comunicados y la documentación de la campaña a sus compañeros de la sociedad “porque hay una desinformación muy grande”. Según el director de cine hay muchísimos autores, “la gran mayoría, por no decir casi todos, que están completamente en contra de esta ley, pero no saben lo que está pasando”.
Corcuera dice sin tapujos que “deberíamos avergonzarnos todos de tener una ley que criminalice la pobreza” y nosotros pensamos que tiene toda la razón.
Fundación Sur
