El nuevo vicegobernador de la región de Makombé norte, murió el pasado 11 de mayo. Del mismo modo, el ex adjunto de la prefectura de Bafoussam ha sido nombrado vicegobernador a la vez de la población de Manjo, en la región de Moungo, y de Tonga en la región administrativa de Ndé.
Paul Biya firmó en pasado 18 de enero de 2011 un decreto, hecho público el 24 de enero. Prácticamente todo los puestos se han visto afectados. Sin embargo algunas partes del texto suponen un problema, como por ejemplo el que “Njutapmwoui Ousmanou, secretario de la administración principal, antes adjunto de la prefectura de Bangangté”, haya sido destinado “a la cabeza del distrito Makombé Norte”. Este jefe regional, (que su alma descanse en paz) no podrá tomar cargo de sus funciones jamás, por la simple razón de que ya estaba muerto en el momento de su nombramiento. Murió el pasado 11 de mayo, y sus restos mortales descansan en paz en su pueblo natal, Massagam. Según fuentes cercanas al difunto, todas las formalidades administrativas referentes a su defunción habían sido cumplidas y puestas a disposición del ministerio de Administración Territorial y de Descentralización.
Otro caso: “Oumarou Zouldé Oliver, administrador civil, antes primer adjunto de la prefectura de Bafoussam”, ha sido nombrado vicegobernador de Manjo, en la región de Mongo y el mismo “Oumarou Zouldé Oliver, administrador civil, antes primer adjunto de la prefectura de Bafoussam”, ha sido nombrado vicegobernador para el distrito de Tonga, en la región de Ndé.
Atolladero
Si se toma el primer caso, uno se pregunta cómo un funcionario de ese rango puede figurar en la lista de los “jefes regionales” si ya no está en este mundo, desde hace de ocho meses. ¿Quiere esto decir que después de ocho meses, su administración regional no ha tenido tiempo de actualizar el fichero de su personal?
En cuanto al caso del administrador civil nombrado para dos puestos diferentes, en dos lugares diferentes, es el mismo error de rigor, rigor que debería rodear a la elaboración de este tipo de decretos. El presidente no debe sólo firmar el texto, debe ocuparse de estos detalles.
Pero también se sabe que los proyectos de decretos de nombramientos pueden quedar atascados muchos meses, para llegar desde el ministerio hasta la firma del presidente de la República. Y también sabemos, según fuentes internas, que en este último paso, en el Secretariado General de la Presidencia, los textos pueden languidecer allí durante meses, a la espera de la preciosa firma del príncipe. Al igual que el nombramiento del mismo vicegobernador para dos funciones puede quedarse dando vueltas en círculo hasta los próximos nombramientos, esperando a que se fije su destino. A menos que él se lance y opte por uno de los dos distritos para los que ha sido nombrado.
David Nouwou
(Nouvelle Expression, Camerún, 27-01-11)