En su primer día de presidencia Joe Biden debe encarar la desactivación de las políticas divisivas asentadas durante cuatro años por su predecesor en el cargo Donald Trump. Biden ha establecido una serie de 17 acciones ejecutivas, 15 de las cuales son órdenes ejecutivas, que firmará nada más comenzar su presidencia. Según la CNN, nueve de las 17 acciones revierten directamente las políticas de Trump. Éstas están insertadas bajo la visión de su plan de 100 días, y se dirigirán a las poblaciones negras y de color desatendidas y estresadas por el peso de dos pandemias, el racismo y el coronavirus.

Respuesta a la COVID-19

Biden planea iniciar un mandato por el que será obligatorio llevar mascarilla en instalaciones o espacios federales, también se impondrá el distanciamiento social en los edificios y terrenos federales. El mandato se produce cuando el número de muertos por la pandemia supera los 400.000, afectando de forma desproporcionada a las comunidades negras. Biden también restablecerá la Dirección de Seguridad Sanitaria Global y Biodefensa, que ayudará en la coordinación de la respuesta al virus, la distribución de EPI y otras medidas preventivas. El presidente también pretende prorrogar las moratorias de desahucio y ejecución hipotecaria aplicadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades hasta, al menos, el 3 de marzo. La prórroga incluirá también las moratorias de las ejecuciones hipotecarias con respaldo federal de los Departamentos de Agricultura, Vivienda y Desarrollo Urbano y Asuntos de los Veteranos.

Inmigración

Entre sus primeras acciones también se encuentra revertir la prohibición racista sobre los musulmanes. Esta fue una de las primeras órdenes ejecutivas de Trump cuando asumió el cargo en 2017, que restringió los viajes y la inmigración a Estados Unidos desde Siria, Irán, Irak, Sudán, Libia, Somalia y Yemen. Más tarde agregó varios países de África Occidental y Oriental con grandes poblaciones musulmanas, incluidos Eritrea, Nigeria, Myanmar, Kirguistán y Tanzania en 2020. Además, los inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos se contarán en el próximo censo, lo que anulará la orden de Trump de hacer lo contrario en el verano de 2020.

La administración Biden reforzará su compromiso con la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés), al pedirle al congreso que facilite el camino a la ciudadanía para los Dreamers, jóvenes que emigraron a Estados Unidos con sus familias a menudo escapando de la persecución y la violencia. Además, dará marcha atrás a la construcción del muro fronterizo iniciado con Trump y también explorará las prioridades de arresto para el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), revirtiendo un mandato de 2017 que hace cumplir una aplicación de inmigración más estricta.

Justicia social

Lo primero en la agenda de Biden fue el desmantelamiento del informe de la Comisión 1776, que pretendía desvirtuar el papel que los negros americanos desempeñaron en la historia, ignorando los fundamentos e ideales racistas que fomentaron la esclavitud en Estados Unidos. Bajo una de las acciones ejecutivas, la Oficina de Administración y Presupuesto dirigida por Susan Rice examinará los presupuestos federales para garantizar que el dinero se asigne a las comunidades de color marginadas. Otra acción ejecutiva prevé proteger contra la discriminación laboral por orientación sexual e identidad de género. Esto permite protecciones federales para los miembros de la comunidad LGBTQ.

Préstamos estudiantiles

Biden ampliará la pausa en los pagos de los préstamos estudiantiles hasta el 30 de septiembre. Muchos esperan que Biden cumpla su promesa de campaña de cancelar 10.000 dólares. Esa iniciativa concreta requerirá el respaldo del Congreso antes de que pueda ponerse en marcha.

Charise Frazier

Fuente: Newsone

[Traducción y Edición, Irene Ruzafa Martín]

[Fundación Sur]

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