No es una ruptura, sino una decisión tomada tras un acuerdo, que ademas mantiene intacta la estima de un político que sigue siendo muy cercano al jefe de Estado y a su partido. Zach Vertin, especialista del centro de estudios International Crisis Group, comentó de esta manera a la MISNA el reemplazo del primer vicepresidente, Ali Osman Taha.
Según Vertin, “Taha podría desempeñar un papel también en el futuro, dada la necesidad del presidente Omar Hassan al Bashir de encontrar acuerdos políticos que garanticen su seguridad, en caso de que decidiera no postularse a las elecciones de 2015?. En el cargo de vicepresidente fue nombrado Bakri Hassan Saleh, ex ministro del Interior y de Defensa, quien es considerado como una figura vital en la reestructuración del servicio de inteligencia y de seguridad de Sudán.
Taha no es el único funcionario que deja el Ejecutivo como consecuencia de la reorganización anunciada por el gobierno nacional el fin de semana. Sin embargo, periodistas y observadores concentraron la atención en él principalmente, considerando el crédito y el respeto del que goza tanto en el Movimiento Islámico de Sudán como a nivel internacional. “Fue uno de los artífices de los acuerdos de paz de 2005 que terminaron con la guerra civil en Sudán, y también por eso se habló de él como un posible sucesor de Bashir” señaló Vertin.
Esta cuestión, la de sucesión, es extremadamente delicada. El actual presidente, que llegó al poder con un golpe de Estado en 1989, es buscado por la Corte Penal Internacional por los crímenes cometidos durante el conflicto en la región de Darfur (oeste). Según Vertin, “las preocupaciones por su seguridad personal están empujando a Bashir a tratar de consolidar a su alrededor a un grupo de funcionarios que le sean fiel”.
También se explicaría con esta dinámica la ruptura entre el presidente y Ghazi Salahadeen al Attabani, otro destacado líder del Partido del Congreso Nacional, que gobierna el país. El mes pasado, Attabani fundó un nuevo partido, “una medida que siguió a la represión de las protestas que estallaron en septiembre, como consecuencia del aumento del precio del combustible, pero parte de un intento de Bashir de neutralizar o eliminar a figuras independientes que puedan quitarle el control del Movimiento Islámico y del Partido del Congreso Nacional” dijo Vertin.
MISNA 10 Diciembre 2013