Un grupo de trabajo burundés para el desarme ha declarado que ha recibido más de 70.000 armas, entregadas por los civiles a los largo de los dos últimos años, en Burundi.
Docenas de personas hacían cola para entregar sus armas, entre las que había desde armas ligeras hasta granadas, al acercarse el final del plazo para entregarlas voluntariamente, el día 28 de octubre, a las doce de la noche. “Estamos muy satisfechos con el trabajo realizado desde 2007. Hoy, el último día para que los civiles entregasen voluntariamente sus armas ilegales, nuestra comisión ha recogido entre 70.000 y 80.000”, declaró Zenon Ndabaneze, el jefe del grupo de trabajo.
Las armas recogidas son en torno a 10.000, el resto son granadas y otro tipo de bombas, según Ndabaneze.
Bajo la nueva legislación aprobada en agosto, que entrará en vigor después del cumplimiento del plazo, la posesión ilegal de armas de fuego es punible con hasta cinco años de prisión y una multa de hasta 4.700 dólares.
Se cree que hay en circulación en Burundi entre 100.000 y 300.000 armas, según los cálculos del gobierno y las ONG.
El pequeño país del África Central está saliendo de los estragos causados por la guerra civil que empezó en 1993 y se cobró la vida de unas 300.000 personas.
Burundi va a celebrar las segundas elecciones de la post guerra, el próximo año.
(News24, Suráfrica, 29-10-09)