Después de un comienzo de año bastante tranquilo, Buyumbura ha vivido una serie de ataques con granadas que se han vuelto casi diarios desde principios de febrero. En Burundi, el gobierno y la oposición se culpan mutuamente de estos «ataques terroristas» que nunca son reivindicados. El lunes fue particularmente sangriento. En un comunicado, Médicos Sin Fronteras (MSF) declaró haber tratado a más de 60 personas después de una serie de explosiones de granadas en varios lugares de Buyumbura.
Una afluencia de heridos que se produce sólo cinco días después de dos ataques con granadas el jueves 11 de febrero, tras los cuales 55 personas tuvieron que ser atendidas en el Arche, el centro de traumatología de MSF en Buyumbura.
«Hemos recibido una gran cantidad de pacientes, incluyendo mujeres y niños, que sufren diversos traumas tales como fracturas abiertas, lesiones en la cabeza o heridas en general. Esta es la segunda vez en menos de una semana que tenemos tantas lesiones a la vez en nuestro centro de trauma», explicó Efstathios Kyrousis, coordinador general de MSF en Burundi. Las granadas explotaron en diferentes partes de la ciudad, principalmente en los mercados y se han contabilizado dos muertes.
Los equipos de MSF han tenido que activar un plan de emergencia para hacer frente a la afluencia de heridos y dar prioridad a los casos más graves. En unas pocas horas, se realizaron 7 cirugías se llevaron a cabo y otras 8 están previstas para los próximos días. Entre los 61 pacientes tratados este lunes, había 18 mujeres y tres niños.
Ayer martes, muchos soldados y policías patrullaban las calles y los vehículos que cruzan los diferentes puentes que unen las tres comunas de Buyumbura. Los moto taxis tienen prohibido circular por el centro de Buyumbura desde ayer.
La atmósfera es muy tensa en la capital, donde muchos residentes locales afirman vivir con el miedo en el cuerpo. Algunos se quejan de la proliferación de «redadas» de jóvenes en los barrios más problemáticos de la ciudad por las fuerzas de seguridad.
El país está sumergido en una profunda crisis política después de la candidatura, a finales de abril de 2015, del Presidente Pierre Nkurunziza, re-elegido en julio para un tercer mandato que la oposición, la sociedad civil e incluso una parte de su partido parte de su partido consideran contrario a la constitución y al Acuerdo de Arusha, que puso fin a la guerra civil (1993-2006).
afriqueinside.com
Fundación Sur
