La compleja situación política de Burundi centra la atención de la XXVI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión africana (UA) que finalizó el 31 de enero en la capital etíope.
A la reunión asistieron medio centenar de delegaciones de países africanos representados al máximo nivel, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, y comisarios de la Unión Europea, UA, entre otros.
Los mandatarios negociaron el domingo la aceptación por Bujumbura de una misión de paz internacional, aseguró un vocero de la organización.
Por ese motivo la UA enviará a Burundi un grupo conciliador para discutir con el presidente burundés, Pierre Nkurunziza, la posibilidad de desplegar una fuerza de paz.
La misión militar tendría el objetivo del desarme de las milicias amotinadas, colaborar con la policía para proteger a los civiles y facilitar el trabajo de los observadores internacionales, según el presidente del Consejo de Seguridad de la UA, Smail Chergui. Nkurunziza se opone al envío a su país de la Misión Africana de Prevención y Protección en Burundi (Maprobu) y aseguró que esos soldados serían tratados invasores.
El canciller burundés, Alain Aimé Nyamitwe, reveló que Gambia también rechazó la idea de la fuerza de paz de la UA por intermedio de su presidente Yahya Jammeh.
La UA autorizó en diciembre el despliegue en Burundi de una fuerza de paz de cinco mil hombres para frenar el ciclo de violencia que azota a ese país y que amenaza con expandirse.
En abril del 2015 estalló la crisis, cuando el actual mandatario burundés anunció que se presentaría por tercera vez a las elecciones, algo prohibido por la Constitución y viola los acuerdos que acabaron en ese país con una larga guerra civil en 2005.
Nkurunziza ganó en los comicios efectuados en julio pasado con casi el 70 por ciento de los votos, pero sin respaldo político de la UA.
A esas votaciones tampoco fueron invitados observadores internacionales, recordó el comisionado del organismo regional para Asuntos Políticos, Aisha Abdullal.
La inestabilidad política en Burundi suma en el anterior semestre más de 400 muertos y el desplazamiento en el mismo período de casi un cuarto de millón de personas hacia países ubicados en la región de los Grandes Lagos, como Ruanda, Tanzania y la República Democrática del Congo, según la ONU.
La XXVI Cumbre de la Unión Africana (UA) centró su atención, además, en los Derechos Humanos, con énfasis en la mujer.
Prensa Latina
(Fundación Sur)
