El gobierno militar de Burkina Faso ha suspendido el acuerdo militar con Francia de 2018 que permitía la presencia de tropas francesas en el país y ordenado la retirada de las tropas en un plazo de un mes. La decisión, anunciada el sábado por la Agence d’Information du Burkina (AIB) oficial, es la última señal del deterioro de las relaciones entre Francia y su antigua colonia desde un segundo golpe militar en septiembre del año pasado.
A pesar de esta escalada de tensión entre ambos estados, Francia ha remarcado en los últimos meses que cumpliría con las decisiones que el gobierno de Burkina Faso pudiera llegar a tomar respecto al futuro de la cooperación militar; y fuentes cercanas al ejército burkinés aseguran que esta orden no supone una ruptura de relaciones diplomáticas, refiriéndose tan solo a los acuerdos de cooperación militar.
Francia tiene unos 400 soldados de las fuerzas especiales estacionados en Burkina Faso, que lucha contra grupos afiliados a al-Qaeda e ISIS, en una operación de apoyo a la seguridad en Malí y el Sahel, una de las zonas de África occidental de mayor conflicto que ha causado la muerte de miles de civiles en la última década. A pesar del enorme equipo desplegado y del poder de inteligencia que supone la base en suelo burkinés y el éxito de objetivos como la neutralización del líder de Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), el emir del Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS) o altos comandantes de AQMI, la percepción de la población burkinesa apunta a que la presencia militar de Francia no ha mejorado la situación de seguridad.
Cientos de burkineses se han manifestado contra Francia en la capital, Uagadugú, exigiendo la expulsión de las tropas francesas y el cierre de su base militar en Burkina Faso, en una protesta para apoyar al líder golpista burkinés, el Capitán Ibrahim Traore, desde posiciones que reivindican la cooperación con Guinea, Malí y también Rusia, mostrando carteles en apoyo a los líderes de los tres países. Queda por ver qué impacto tendrá estas decisiones en la lucha contra el terrorismo en un momento en que la situación de seguridad continúa deteriorándose.
Fuente: L’Observateur Paalga
[Traducción y edición, Elena Cañete Montilla]
[CIDAF-UCM]
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