Burkina Faso: La crisis alimentaria, una oportunidad para los campesinos, por Antonio Molina

5/01/2011 | Bitácora africana

Del 29 de octubre al 3 de noviembre de 2010, se celebró en Uagadugú, la capital de Burkina Faso, el 26º Foro Internacional de Medios de Comunicación Norte – Sur. La anterior edición tuvo lugar en Ginebra (Suiza) en septiembre de 2003. En estos foros participa el P. Maurice Oudet, de los Misioneros de África (P. B.) que es presidente del SEDELAN, acompañado de un grupo de cultivadores de algodón de Burkina, donde presentaron el documental: “EL ALGODÓN AFRICANO: la amenaza viene del Norte.” Este filme tuvo muy buena acogida.

EL HAMBRE EN EL MUNDO

Este ha sido el tema del presente foro, en el que se ha dado la palabra ampliamente a los agricultores, que han sido escuchados con atención.
Relacionados con el foro se han proyectado unos 50 documentales, que destacan por su riqueza de información, pues la mayoría dejan hablar a los campesinos de sus problemas y situaciones diversas, según las regiones.

Entre todas estas películas destacó una titulada: “PARA LO MEJOR Y PARA LA CEBOLLA”. El guión es muy sencillo: Yaro, productor de cebolla, consigue vender su cosecha a buen precio, lo suficiente para poder realizar la boda de su hija Salimata. El director nigerino, El hadj Magori Sani, describe el cultivo de la cebolla en el Níger con las oscilaciones de precio que enfrentan los agricultores. Resulta una película de gran sensibilidad, que capta la condición de los campesinos.

Encantadora también, la película de la aventura del “chef” Themis, cocinero sin fronteras. ¡Un ejemplo logrado de migración! En ella seguimos a Themis, cocinero malgache de renombre, instalado en Canadá. El espectador lo acompaña a su regreso a su patria, Madagascar, donde imparte cursos de cocina a los más pobres, para que puedan encontrar trabajo. Lo que les devolverá el orgullo de si mismos. Esta película recibió una mención especial del jurado.

El premio al Mejor Documental Africano lo recibió el filme de Michel Zongo “Ti-Tilmu” – Nuestras Tierras-. Una película que da la palabra a los agricultores que emprenden el cultivo del algodón. Debajo del árbol de la palabra o en un aula de la escuela del pueblo, los campesinos discuten sobre los pros y los contras de este cultivo industrial, que merma los cultivos de cereales para la alimentación.

EL GRAN PREMIO DE GINEBRA

Este galardón se atribuye al documental, que entre las películas preseleccionadas y proyectadas al gran público durante el Festival, que se realiza durante el Foro, haya tratado de manera más relevante el tema del año. En esta edición, como ya dijimos era EL HAMBRE EN EL MUNDO.

Pierre Dumont con su filme “LA CRISIS ALIMENTARIA, UNA OPORTUNIDAD PARA LOS AGRICULTORES” (producida en francés por el Canal “C” de la TV de Bélgica, en 2009, con 55 minutos de duración), consiguió este gran galardón.

La crisis alimentaria, explica el filme, nos ha enfrentado a una terrible realidad: Cerca de mil millones de personas no comen a saciedad hoy en el mundo. Este filme recoge las exigencias de los agricultores, que reclaman el derecho a poder vivir dignamente con el fruto de su trabajo. Defiende la agricultura familiar y la producción de productos alimentarios, que deben ocupar en el conjunto de la producción el lugar que les corresponde, dentro del comercio mundial.

Lo interesante del filme es que toman la palabra, tanto los agricultores del Norte, como Joseph Neu de Bélgica, que afirma “somos efectivos, producimos muy buenos frutos, pero no nos pagan”, como los del SUR, Dao Bassiaka, de la Confederación Campesina del Faso, que quiere que el derecho a la soberanía alimentaria sea finalmente reconocido.
Esta película merece una amplia difusión. Muestra bien cómo, en el Norte y en el Sur, las empresas familiares se enfrentan a las leyes del comercio internacional y de las grandes empresas multinacionales del sector agroalimentario, que los arruinan y muchas veces los hacen desaparecer. Es una película que ayuda a entender lo que los campesinos entienden cuando hablan de “soberanía alimentaria.”
Hay que agradecer a Pierre Dumont y a Canal “C” por haber realizado este filme.

Djibo Bagna, el nuevo presidente de la ROPPA (Reseau des Organisations Paysannes et des Producteurs Agricoles de l’Afrique de l’Ouest) – Red de Organizaciones Campesinas y de productores Agrícolas de África Occidental – participó en el Foro. El supo resumir el sentir colectivo de los campesinos africanos, que demuestran que la pobreza y el hambre en el mundo rural no son inevitables.

CONCLUSION

Las situaciones, aunque en condiciones y ámbitos diferentes, son semejantes. En todas partes, los agricultores, los criadores de aves, los ganaderos, los lecheros, etc… se quejan de las grandes empresas agro-alimentarias y de las redes de gran distribución, que no les pagan el costo de la producción de los alimentos con un margen de beneficio justo.

Todas las ganancias van para los intermediarios y los comerciantes, que manipulan los precios y explotan a los consumidores en las grandes ciudades.

Por eso, los agricultores que en ferias y mercados consiguen vender directamente al consumidor urbano, ven recompensados sus trabajos, a pesar de vender más barato que en los supermercados, con lo que el consumidor también sale beneficiado. Pero es evidente, que no todos los agricultores tienen la posibilidad de vender directamente sus frutos en el mercado local y la mayoría de los productores se ven obligados a “morir” en manos de los mayoristas intermediarios.

Autor

  • Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

Más artículos de Molina Molina, Antonio José