El gobierno golpista de Burkina Faso ha comunicado que permanecerá en el poder 5 años más, o 60 meses a partir del 2 de julio de 2024. Anteriormente, los líderes militares se habían comprometido a convocar elecciones en julio de este año para restaurar un gobierno civil, pese a que también había reseñado que la seguridad tendría prioridad. El coronel Moussa Diallo, presidente del Comité organizador del proceso de diálogo nacional, ha señalado que esta decisión es una de las conclusiones del diálogo nacional de dos días, que comenzó el pasado sábado, con el teórico objetivo de trazar un camino de regreso a un gobierno civil. En el comunicado, firmado por Ibrahim Traoré, capitán que ejerce como presidente interino desde 2022, se da cabida a la posibilidad de que las elecciones sucedan antes de la fecha prevista, aunque dependerá de la “situación de seguridad”, una de las justificaciones para la postergación de la democracia. El comunicado también señala que Traoré podrá postularse para presidente cuando se celebren las elecciones.
El diálogo nacional, mantenido en la capital, Uagadugú, fue boicoteado por muchos de los partidos políticos, aunque contó con la participación de representantes de la sociedad civil, de las fuerzas de seguridad y legisladores de la Asamblea de transición.
Es probable que el retraso en la transición democrática profundice las preocupaciones sobre un retroceso democrático en una región de África occidental, que ha sufrido ocho golpes de estado en los últimos cuatro años.Desde 2015, grupos armados han librado una rebelión que ha causado la muerte de miles de personas y desplazado a millones, empujado a decenas de miles al borde de la hambruna. El país ha sido devastado por los crecientes ataques de extremistas musulmanes vinculados a Al Qaeda y al llamado grupo del Estado Islámico. El actual gobierno militar justificó su toma de poder mediante un golpe de Estado en 2022 como parte de la lucha para abordar los desafíos de seguridad. Después de tomar el poder la Junta militar expulsó a las tropas y diplomáticos franceses y recurrió a Rusia en busca de ayuda militar. Aproximadamente la mitad del territorio de Burkina Faso permanece fuera del control del gobierno. Grupos de derechos humanos han acusado al gobierno militar de cometer abusos contra civiles durante sus campañas militares contra los yihadistas y de silenciar tanto a los medios de comunicación como a los líderes de la oposición.
Fuentes: DW – Al Jazeera
[Traducción y edición, Micaela Llona Bavestrello]
[CIDAF-UCM]