… pero no hay ruptura con Monsanto
La semana pasada, el presidente de Burkina Faso, Roch Marc Christian Kaboré explicaba «la fibra de algodón que producimos hoy se ha vuelto más corta», y por consiguiente más difícil de hilar, «lo que significa que ya no nos favorece en el mercado».
Se hacía eco de la Asociación Interprofesional del Algodón de Burkina (AICB) que decidió orientarse «hacia el 100% convencional», confirmó el 5 de abril Wilfried Yaméogo, director de la principal sociedad algodonera del país, SOFITEX.
Así como el informe del Consejo de Ministros del 13 de abril 2016
«El Consejo ha adoptado un informe sobre la asociación con la firma Monsanto en el cultivo de algodón genéticamente modificado (CGM) en Burkina Faso y la preparación de la temporada algodonera 2016/2017.
La asociación con la firma Monsanto permitió experimentar el algodón Bt desde el 2003. Los resultados obtenidos al final del período experimental no son favorables en la medida en que la longitud de la seda Bt después de ser desgranada se ha deteriorado y ya no satisface las necesidades del mercado.
Esta situación ha provocado la pérdida de la «denominación de origen del algodón de Burkina Faso» en el mercado mundial de la fibra y dificultades financieras en todo el sector. El Consejo ha autorizado al ministro responsable del dossier iniciar, en relación con los actores del sector, una reducción gradual y significativa de superficies sembradas en algodón modificado genéticamente (CGM) en favor del algodón convencional. «(Fin de la cita)
«Es una batalla ganada», se felicitó Christian Legay, del Consejo Nacional del agroalimentario biológico que incluye asociaciones de consumidores, agricultores y milita en favor de una moratoria de 5 a 10 años sobre los OMG en Burkina.
Sin embargo, el presidente de Burkina Faso ha confiado a la AFP que el país «continúa las conversaciones con Monsanto».
Algunos esperan compensaciones del gigante americano que apuesta por una nueva variedad de algodón biotecnológico para la campaña 2020-2021.
Georges Yaméogo, asesor técnico de la SOFITEX, asegura «que no hay ruptura» con Monsanto. «Si en 3, 4 o 5 años, encuentran una solución, no hay razón alguna por la que no se vuelva a empezar con los transgénicos. Es una retirada táctica, no un rechazo total de los OMG».
Para Cristiano Legay, «los temores son los experimentos en curso con los cereales, en particular con el maíz, el sorgo y el frijol, con Monsanto».
Pero, señala, la interrupción de Burkina con CGM (algodón genéticamente modificado) es una «buena advertencia para los demás países africanos que estaban tentados o incitados por el gobierno americano y cortejados por las empresas de la agroindustria».
«¿La colaboración idílica» entre SOFITEX, INERA y Monsanto ha terminado definitivamente? ¿El fin de la era Compaoré o las grandes manifestaciones ciudadanas han permitido la expresión de este descontento? Todo hace creer que ha sido declarada la guerra… sobre algodón transgénico. Pero la puerta no se ha cerrado totalmente. Sin duda, la AICB ha llamado a los agricultores de Burkina Faso a abandonar rápidamente el cultivo de algodón transgénico Bt y volver al algodón convencional… pero sólo hasta que no estén disponibles las nuevas semillas Bt que corregirían los defectos de las actualmente en el mercado.
No olvidemos que Burkina Faso, con el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates, en particular, ha comenzado a trabajar en la modificación genética de maíz, frijol y sorgo». Cfr. Info’OGM du 7 abril 2016
Ahora bien, la Fundación Bill y Melinda Gates posee 500 000 acciones de la empresa Monsanto…
No hay duda de que los servicios de un investigador ingeniero agrónomo de Burkina son menos costosos que los de un ingeniero americano.
abc Burkina
Maurice Oudet, presidente de SEDELAN