El pasado 10 de enero, el presidente de Burkina Faso, Roch Marc Christian Kaboré, puso fin a las funciones del general Oumarou Sadou, jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, y nombró al general de brigada Moïse Minoungou su sustituto. Minoungou, que hasta entonces desempeñaba el cargo de comandante de la Agrupación del Ejército Central, fue ascendido al rango de general de brigada.

Una fuente anónima del ámbito diplomático declaró a Jeune Afrique que «Cuando Burkina asumió la presidencia del G5 Sahel, el cambio de jefe del Estado Mayor se tornó indispensable. De hecho, Minoungou será el principal encargado de desarrollar la estrategia para combatir a los grupos terroristas que operan en la región». Puede que el General Oumarou Sadou sea el cabeza de turco por el resurgimiento de los atentados contra las fuerzas de defensa y seguridad, que han causado la muerte de 270 personas en los últimos meses. En cualquier caso, Moses Minoungou debe situar la lucha contra el terrorismo en el centro de sus prioridades. Fuentes del ejército consideran que la partida de Sadou puede deberse a la falta de resultados, pero no aseguran que el nuevo nombramiento vaya a resolver la cuestión terrorista.

Para paliar la situación, el nuevo Jefe del Estado Mayor deberá afrontar varios retos como la adopción de una estrategia militar para derrotar a los terroristas que viajan al norte y, sobre todo, el nuevo frente abierto en el este del país. Por otro lado, el director del Free Afrik Institute, Seydou Ra-Sablga Ouédraogo, insiste en que el ejército burkinés no tenía una táctica antiterrorista clara y que, para conseguirla, Minoungou “tendrá que detener la crisis de mando alimentada por las élites militares dentro del ejército”. Además, parece que el coronel deberá emprender reformas legales para dotar al ejército de fuerzas o unidades especiales antiterroristas capaces de operar en el territorio nacional.

Nacido en Uagadugú en 1960, el nuevo jefe del Estado Mayor es especialista en armas pesadas. Fue entrenado en la Escuela de Aplicación de Artillería de Draguignan, Francia. Asimismo, también asistió al curso superior de Estado Mayor en la Escuela de Estado Mayor de Koulikoro en Malí, y al curso de defensa en el Real Colegio de Educación Militar Superior de Kenitra, Marruecos. Desde mayo de 2017, tomó el mando de la Agrupación Central de Ejércitos, alojada en el Campamento Ouédraogo en Uagadugú, hasta su nombramiento como comandante del ejército.

Entre los grupos de la sociedad civil, el cambio ha sido inesperado, ya que las expectativas se centraban en modificaciones dentro del Ministerio de Defensa. Mathias Tankoano, líder del movimiento sub-21, aseguró que «Este es un nuevo paso, tomamos nota. Lo juzgaremos por la acción sobre el terreno».

A pesar de que el estado de excepción en Burkina acabe de prorrogarse, los ataques contra las fuerzas de seguridad y los símbolos del Estado han aumentado en los últimos meses, y se están extendiendo a nuevas partes del país. El último episodio terrorista con consecuencias trágicas tuvo lugar a finales de diciembre, cuando se perpetró un ataque contra Toeni en la Boucle du Mouhoun, en el noroeste del país, en el que murieron diez miembros de la gendarmería.

Fuente: AbidjanTV

[Traducción y edición, Alejandra Purón Herreros de Tejada]

[Fundación Sur]

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