Bukavu en la República Democrática del Congo se ha convertido en un lugar de grifos oxidados

19/01/2015 | Crónicas y reportajes

Desde hace meses, los habitantes de Bukavu no han visto manar el agua. Cada día, las niñas, pequeñas o mayores, las jóvenes, las madres, las abuelas vagan, bidón en mano, en busca de este bien de primera necesidad. Para tener acceso al agua potable, estas mujeres de Bukavu esperan a que sean las 2 o las 3 de la mañana para levantarse y salir a las calles con la esperanza de encontrar un grifo donde haya pocas personas.

Faida es una chica de 17 años, vive en Panzi, uno de los barrios que conforman el municipio de Ibanda.
Ella es la que nos cuenta: «Me desperté cuando todo el mundo aún dormía, por el camino, caí en manos de un grupo de chicos. Me dijeron que si no les daba mi ordenador, harían conmigo todo lo que quisieran”. La joven continúa: «Mi corazón empezó a latir apresuradamente ya que yo no tengo ordenador. Afortunadamente, uno de ellos me reconoció, ya que vive en la misma calle que yo, eso es lo que me salvó”.

Los bidones, de diferentes tamaños, son los que hacen cola sobre el suelo. Ésta es tan larga que las mujeres cuyos bidones ocupan la última parte de la cola no saben a qué hora del día podrán tener acceso a esta agua, un bien tan raro como el oro.

Y, mientras tanto, más mujeres siguen llegando, vienen de todos los lugares. Y cuando están a pocos metros de la cola, empiezan a correr porque cada una quiere poner su bidón delante del de las demás y tener acceso al agua. Respetar el orden de llegada y tener dinero son las únicas reglas.

Además, el agua que fluye del grifo es tan débil, que cada mujer tarda más de 15 minutos en llenar un bidón de 20 litros.

¿El acceso al agua potable, no es un derecho para todos? ¿Facilitar el acceso a todos al agua potable, no es una obligación de los dirigentes?

En Bukavu, la empresa denominada “Régie de distribution d’eau” (REGIDESO), que se encarga de la distribución del agua potable está administrada por el Estado. Según un informe técnico publicado en 2010 por el Programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente (PNUE), esta empresa se enfrenta a enormes retos: infraestructuras estropeadas y debilitadas por años de falta de inversión, una tasa de crecimiento de la población urbana muy alta y la degradación de las cuencas hidrográficas que aumentan los costos de tratamiento.

Sin embargo, la empresa parece mostrar una cierta lentitud en la liberación de los recursos necesarios, así como en el desarrollo de nuevas estrategias para permitir el suministro de agua potable, de una manera eficiente, en Bukavu.

Mucha gente piensa, aquí en Bukavu, que la privatización de la empresa sería la solución a esta lentitud, lo que permitiría a toda la población de Bukavu tener acceso a agua potable, sin correr grandes riesgos.

El agua embotellada también muy abundante en el mercado en Bukavu, sería otra solución a la falta de agua potable, pero dado su alto costo, sigue siendo solamente accesible a los altos funcionarios del Estado.

Las consecuencias de la falta de agua potable son graves: la diarrea es la segunda causa de muerte y se podría reducir en gran medida con la mejora del acceso al agua potable.

[Fuente: info-afrique.com-Fundación Sur]

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