Los ministros de Pesca y Agricultura de la Unión Europea (UE) aprobaron una serie de sanciones contra Guinea que incluyen la suspensión de la cooperación bilateral y el cierre de los mercados europeos al pescado guineano. “La despreocupación de los dirigentes”, dice un comunicado oficial, es la causa de las medidas restrictivas de la UE. “Se trata de una decisión histórica, prueba de que la UE es la primera en dar ejemplo en la lucha contra la pesca ilegal”, declaró la comisionada de Pesca, Maria Damanaki.
Concretamente, no se podrá vender en Europa el pescado capturado por barcos bajo bandera guineana. Al mismo tiempo, los buques europeos ya no están autorizados a pescar en aguas territoriales guineanas. También está suspendida hasta nueva orden toda colaboración entre la Unión Europea y Guinea en el sector pesquero, incluyendo las operaciones conjuntas de pesca y la firma de acuerdos. La intención detrás de las sanciones sería la de impulsar al gobierno guineano a intensificar los esfuerzos por “erradicar la pesca ilícita”.
La prensa de Guinea relaciona la decisión de la UE a la confirmación como ministro de pesca guineano de Moussa Tata Vieux Condé, en la última reestructuración de gabinete. Pocas semanas antes, algunas embarcaciones cuyo propietarios son los hijos de Condé fueron detenidas mientras descargaban grandes cantidades de pescado en buques asiáticos en mar abierto, justamente durante el período de veda de la pesca industrial.
Las sanciones de Bruselas fueron recibidas por las organizaciones de defnsa del medio ambiente como un cambio significativo en los esfuerzos internacionales contra la pesca ilegal. Sin embargo, las mismas organizaciones y las asociaciones de protección de los pescadores guineanos piden ulteriores medidas, que incluyen controles más severos y sanciones contra los propietarios europeos de barcos identificados como “piratas” y también de embarcaciones no europeas (en su mayoría asiáticas y rusas) que pescan ilegalmente y tienen libre acceso al mercado de la UE.
En el 2012 Bruselas impuso sanciones similares al Togo, y el próximo país en al lista podría ser Ghana. África occidental es una de las regiones más afectadas por la pesca ilegal en el mundo, lo que causa pérdidas anuales estimadas en 1.160 millones de euros, además de significar una amenaza directa para la supervivencia de la población local y de los frágiles ecosistemas marinos.
MISNA
