El brote de cólera que desde hace algunas semanas se detectó en África ha llegado al campo de refugiados de Dadaab, en Kenia, cerca de la frontera con Somalia. Según ha informado Médicos Sin Fronteras (MSF), 2.786 refugiados han sido afectados por la enfermedad y parece que ésta sigue expandiéndose rápidamente.
El campo de Dadaab alberga a más de 300.000 personas y a él llegan cada vez más refugiados, sobre todo debido a la severa sequía que enfrentan en Somalia, uno de sus países vecinos. En este sentido, preocupa que la elevada afluencia pueda provocar una escasez de agua y de servicios de saneamiento. En relación a esta situación, Hassan Maiyaki, director de MSF en Kenia, declaró:
“ Se están haciendo todos los esfuerzos posibles para evitar la sobresaturación en el campo, y eso incluye máxima atención en lo que respecta a la disponibilidad de agua, saneamiento e higiene para garantizar un mínimo en las condiciones de vida de los refugiados ”.
En 2016, el gobierno de Kenia anunció que pretendía cerrar los campos de refugiados de Dadaab, particularmente por la inseguridad que creaban los extremistas del grupo Al-Shabab de Somalia, quienes se escondían allí y convertían los campamentos en sitios para el contrabando de armas. Sin embargo, la ONU instó a Kenia a reconsiderar esta decisión y seguir ofreciendo refugio a las personas que lo necesitan.
Fuente: Arab News
[Traducción y edición, Itzá Camacho de Domingo]
[CIDAF-UCM]
0 comentarios