Ante el aumento permanente del fenómeno de insalubridad de la ciudad de Brazzaville, varias voces de compatriotas se alzan para interpelar a los congoleños con el fin de no dejar morir esta bella ciudad. Más allá de la toma de conciencia necesaria para todos los ciudadanos, (leer: Environnement En lo que respecta a la toma de conciencia.
Las causas de la insalubridad en Brazzaville
¿Cómo son las condiciones de vida de los brazzavileños y brazzavileñas? ¿Debe la población de Brazzaville preguntarse cómo es la política de saneamiento y salubridad de su ciudad? ¿Cuál es el proyecto actual del Alcalde en materia de saneamiento? Nunca será suficiente lo que se diga o escriba sobre este asunto hasta el momento en que la vida de los numerosos congoleños se ponga en peligro por la debilidad e incompetencia del presidente del consejo municipal de Brazzaville y de la sociedad Probarzza, responsables, se supone, de poner en marcha medidas para terminar con la insalubridad.
En la estación de lluvia, Brazzaville es un barrizal de aguas residuales, los ciudadanos conviven más que nunca con montones enormes y pestilentes de basura que se acumula en calles y mercados. En la rotonda de tsiémé, el distrito 5 tiene como tarjeta de visita un espectáculo triste y humillante cuando observas cómo vive el día a día la población. De un lado, agua estancada infestada de mosquitos y al otro, inmundicias que se amontona cerca de los productos alimenticios. A esto se añade la circulación descontrolada y anárquica de coches, que presenta un paisaje digno de un concurso de «A ver quién contamina más”. Los ciudadanos de Brazzaville encuentran este espectáculo deplorable e indigno en todos los distritos de su capital.
Se anunció a la población la inminente llegada de la compañía Probarzza, que se supone, iba a solucionar el problema. De esto hace aproximadamente dos años. Sí queridos compatriotas, hace dos años que el ayuntamiento de Brazzaville y la sociedad Probarzza prometieron limpiar la ciudad, dos años en los que la población contrae cantidad de enfermedades. Curiosamente, acabamos de enterarnos de que el presidente del consejo municipal, Hugues Ngouélondélé, subraya la aplicación del decreto 0044 del 18 de agosto de 2009 aprobado por el consejo municipal que modifica los decretos 38 y 070, que establecen las modalidades prácticas para la higiene y la limpieza. Los clientes o dueños de comercios, bares, restaurantes, discotecas y similares, ya sean locales interiores o a pie de calle, propietarios o inquilinos, deberán una vez al día, ocuparse de la limpieza de los alrededores y frente de sus locales. Una vez cada dos días, deben ocuparse de la limpieza de los canales de evacuación de aguas que pasan frente a sus locales y mantener limpias las aceras de alrededor de sus propiedades.
Si no se respeta este decreto, la sanción puede ascender a 150.000 francos CFA o incluso se puede dictar el cierre temporal o definitivo del local, tienda, restaurante, despacho o similares. La policía y la gendarmería nacional están encargadas de hacer cumplir el presente decreto.
Ante la insalubridad de la ciudad, la población plantea una sola pregunta al alcalde y a Probazza: ¿dónde vamos a poner la basura que recojamos? No hay contenedores en la ciudad, ¿qué hacemos entonces con la basura?
¿Por qué siguen haciéndonos creer a los congoleños que la razón de la ineficacia del ayuntamiento y de Probazza se debe tan sólo a que su material digamos «ultramoderno» está bloqueado en Pointe- Noire, a falta de medios de transporte a Brazzaville? ¿Por qué se desembolsan al mes miles de millones de francos congoleños (importe que sigue en aumento) si esta empresa es incapaz de cumplir con sus compromisos? A excepción de la vía bautizada como presidencial, que une el palacio presidencial con el aeropuerto; y de manera esporádica la avenida de la paz donde parece que hombres y mujeres salen de la oscuridad para limpiar en plena noche, no se está haciendo nada con respecto a la salubridad.
¿Cuán es el objeto real de la sociedad Probazza? Hoy, más de un congoleño sospecha de la estafa orquestada por el alcalde y Probazza para desviar, una vez más, fondos destinados a la limpieza de la ciudad de Brazzaville. ¿Cuántos inocentes ciudadanos deben perder la vida por enfermedades hídricas (fiebre tifoidea, amibiasis, así como parásitos intestinales) provocadas por la insalubridad para que los poderes públicos reaccionen?
Hay que tener en cuenta que nunca podremos vencer la malaria viviendo rodeados de insalubridad. Los congoleños deben saber que muchos países han vencido a la malaria gracias a una política coherente de saneamiento.
Promover una política de saneamiento:
Propongo que todas las víctimas de insalubridad constituyan una asociación y demanden al alcalde y a Probazza por incumplimiento de los deberes civiles y por poner en peligro la vida de terceras personas.
Que la basura recogida, si no es recogida por los servicios del ayuntamiento y de Probazza, se deposite delante del ayuntamiento de Brazzaville.
Que los ciudadanos de todos los distritos o barrios de Brazzaville se unan en asociaciones con el fin de defender sus intereses en el consejo municipal de la ciudad.
Que Brazzaville sea dotada a corto plazo de colectores y de una planta de tratamiento de aguas residuales (que se ponga en marcha una red de alcantarillado).
Por qué no considerar la diversificación de socios que se ocupen de la salubridad de la capital. Esto favorecería la competencia leal y garantizaría a un servicio adecuado y de calidad a través de un pliego de condiciones definido por el consejo municipal. El monopolio de Probrazza debe de ser denunciado.
Que los ciudadanos denuncien, de manera perseverante, la malversación de fondos municipales a favor de la sociedad Probazza así como la incompetencia y pasividad del alcalde de la ciudad.
Que los ciudadanos denuncien la falta de una política de recogida de basura doméstica, embalajes y papeles, cristal y restos peligrosos y voluminosos.
Al contrario que el alcalde Hugues Ngouélondélé y Probazza que apuestan por enterrar en basureros los residuos que se recojan, los consejeros municipales y los ciudadanos deben exigir un servicio público de eliminación de desechos domésticos y similares (recogida, tratamiento y reciclaje).
El consejo municipal debe prohibir la producción y venta de bolsas de plásticos y fomentar la producción de materiales biodegradables.
Brazzaville debe adoptar a corto plazo una política de recuperación de residuos domésticos. La recogida y tratamiento de los residuos domésticos se realizan en un centro de recuperación energético. Un centro de recuperación o valorización energético es un lugar en el que se incineran los residuos domésticos no reciclables. La incineración produce electricidad que se vende y distribuye a la red eléctrica de la SNE (Sociedad Nacional Eléctrica del Congo). Los residuos que se obtengan de la incineración se pueden utilizar para obras públicas (asfalto para pavimentar calles y avenidas de Brazzaville). El reciclaje de la chatarra se puede vender a las industrias (industrias del acero).
De esta manera, Brazzaville volvería a ser un lugar agradable en el que vivir, dotado de un plan de urbanismo viable y de una estrategia de planificación de saneamiento y salubridad.
Jean-Claude BERI
Publicado en el diario de Congo Brazzaville, Congo Page, el 11 de enero de 2010.
Traducido por Victoria Pastor, alumna de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid Traducción/Interpretación, colaboradora en la traducción de algunos artículos.
