Botsuana ahorcó el fin de semana a un hombre de 28 años tras el asesinato de su novia y su hijo en 2010, es la primera ejecución después de un paréntesis de dos años, informó el lunes un funcionario de la prisión.
La ejecución de Joseph Tselayarona sigue a las declaraciones del presidente Ian Khama hace algunas semanas en apoyo de la pena de muerte. Tselayarona fue ahorcado después de que un tribunal le sentenciara el año pasado a 20 años de prisión por el asesinato de su novia y le condenara a la pena de muerte por el asesinato del hijo. Los servicios penitenciarios confirmaron que la ejecución tuvo lugar el sábado en la prisión de máxima seguridad de Gaborone.
Khama indicó que la pena de muerte, que se ha aplicado en el país desde la independencia en 1966, sigue siendo una solución para frenar el creciente índice de asesinatos en los últimos años. El último convicto en ser ejecutado en Botsuna, un hombre de 59 años, fue colgado en mayo de 2016.
La posición del país ha sido criticada por los observadores de los derechos humanos y la Unión Europea. Según el grupo de derechos humanos Amnistía, las ejecuciones a menudo se llevan a cabo sin previo aviso, incluso los familiares de los condenados son notificados solo después de la ejecución.
Fuente: News24
[Traducción, Muriel Balda Aspiazu]
[Fundación Sur]
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