Bosques municipales: un cuello de botella para los ayuntamientos

19/04/2011 | Crónicas y reportajes

Un procedimiento considerado largo y costoso por los ayuntamientos. Debido a las precauciones del Ministerio de Bosques y Fauna.

Obtener la clasificación de Bosque municipal es una verdadera carrera de obstáculos. La mayoría de los expedientes no llegan a término por diversas infracciones. Hasta tal punto que ciertos funcionarios locales hablan de un cuello de botella. “El procedimiento que conduce al decreto de clasificación de Bosque municipal es una verdadera carrera de obstáculos. No diría que un Vía Crucis porque primero hay que empezar convenciendo al consejo municipal. La conformidad en relación a la regulación está asegurada por la autoridad de tutela”. Explicaciones de Christophe Mien Zock, alcalde del municipio de Angossas, que está sin noticias del expediente de esta circunscripción administrativa del Este del país. Continúa diciendo que este largo trámite lleva implícitos otros procedimientos: “Luego hay que convencer a la población que debe aceptar ceder lo que estima ser sus derechos de propiedad, son aldeas… Los expedientes tienen que llegar hasta las administraciones competentes, el Ministerio de Bosques, el gabinete del Primer Ministro y la Presidencia de la República…«.

Otros representantes reconocen que además de no tener fin, el procedimiento implica una elevada carga de financiación, varios millones de francos CFA y recursos humanos: “El procedimiento es muy largo, técnicamente hace falta que haya unos recursos humanos técnicos para poder asesorar a los municipios, hacen falta recursos financieros, y se trata de un procedimiento costoso, es una inversión muy cara. Hacen falta socios para apoyar a los ayuntamientos”. Testimonio de Baudelaire Kemajou, director del Centro técnico del Bosque municipal.

Clasificación

Desde el Ministerio de Bosques y Fauna, se reconoce que la clasificación de un bosque municipal requiere varias etapas justificadas. Tal como lo explica Jean Robert Onana, encargado del gabinete de comunicación: «Es un hecho, el procedimiento es largo y es el reverso de la gestión forestal participativa. No puedo hablar de cuellos de botella, hay que lograr que todos participen, involucrar a todo el mundo. Mire usted, ¡Un proceso con en el que la gente ya no se identifica, crea problemas! Creo que el gobierno ha tomado medidas, el procedimiento es largo, merece la pena, se trata más bien de un principio de precaución”.

Sin embargo, se observa una especie de carrera de los ayuntamientos para la creación de bosques municipales. Finalmente, hubo muy pocos elegidos: “En Camerún, contamos con siete bosques municipales que están en fase de explotación, tenemos otros cinco que ya han obtenido su decreto de clasificación. Lo que supone un potencial de 12 bosques municipales… Y hay una veintena de bosques en espera del decreto de clasificación, es decir, del visado de las autoridades. Esto en cuanto a los bosques de las áreas densas. En la zona septentrional, tenemos una treintena de bosques que se han involucrado en el proyecto de bosque municipal. Se trata de luchar contra la deforestación mediante el establecimiento de bosques municipales, bajo la responsabilidad del municipio”. Explicaciones de Baudelaire Kemajou.

Falta de acuerdo

En cuanto a los numerosos expedientes parados, la falta de acuerdo entre poblaciones, conflictos en el seno del ejecutivo municipal o entre el alcalde y sus adversarios pueden, entre otras causas, ser el motivo de los bloqueos de esos expedientes. Es al menos la opinión de Christophe Mien Zock, alcalde del municipio de Angossas, que ve en ello más intrigas políticas que otra cosa: “Lamentamos también que se produzcan bloqueos de carácter político, hay gente en el municipio que no quiere que el proyecto tenga éxito debido a que el alcalde podría beneficiarse de ello. Al fin y al cabo, existe un problema educacional, de sensibilización de las poblaciones. Si el bosque es administrado por el municipio, siempre habrá mecanismos de control que se iniciarán en las aldeas y otras estructuras del Estado”.

Los bloqueos también se explican, según diferentes representantes, por el hecho de que el bosque constituye también una apuesta patrimonial y financiera: “Creemos que sería interesante simplificar el procedimiento dentro de la administración, porque es difícil para un alcalde esperar tres años, cinco años tras haber invertido 30 ó 40 millones de francos CFA, después de haber firmado una orden de clasificación que permite proteger los bosques contra la explotación ilegal, pero también crear riqueza para la comunidad local. Valorización del bosque, de los productos forestales no leñosos, de la creación de riquezas”. Según Baudelaire Kemajou.

Reacción de Baudelaire Kemajou: “Destacamos varias ventajas”

El coordinador del programa de gestión sostenible de los bosques municipales de Camerún se sincera aquí sobre la repercusión de estos bosques.

¿Qué es un bosque municipal? ¿Por qué se nos impone?

El concepto de bosque municipal no es nuevo, hace referencia a la ley forestal nº 94/01 del 20 de enero de 1994 que expresa una verdadera preocupación de descentralización en la administración de los recursos forestales. Por un lado, ésta da a las comunidades la posibilidad de adquirir y administrar parte del sector forestal no permanente (bosque comunitario) y por otro lado da a los Municipios la posibilidad de adquirir y administrar parte del sector forestal permanente.

Hace igualmente referencia a las leyes de descentralización que establecen las normas aplicables a los municipios; especialmente a la transferencia de competencias de las operaciones de reforestación y de creación de bosques municipales.

En virtud del artículo 30 de la ley de 1994 sobre los regímenes de los bosques, la fauna y la pesca, se considera como bosque municipal todo bosque que es objeto de un acto de clasificación por cuenta del municipio concernido o plantado por este último.

¿Cuáles son las ventajas de un bosque municipal para un ayuntamiento y sus poblaciones?

Hay ventajas financieras: el bosque municipal genera recursos financieros importantes para alimentar el presupuesto municipal. No sólo hay madera en un bosque municipal, es también una reserva de productos forestales no leñosos que pueden ser valorizados para generar unos interesantes recursos financieros.

También destacamos beneficios sociales: las poblaciones ribereñas van a percibir el 30% de las rentas surgidas de los bosques municipales. Este bosque ofrece a las poblaciones oportunidades de empleo.

Lo mismo ocurre en el aspecto medioambiental. El bosque municipal, a diferencia del bosque comunitario, está sometido a una planificación y los estudios de impacto son obligatorios. El hecho de clasificar un bosque municipal, lo protege de la explotación ilegal y contribuye a la lucha contra el cambio climático.

El camino es largo y costoso, ¿Cómo puede organizarse un ayuntamiento que tiene recursos limitados?

Acercándose al centro técnico del bosque municipal que brinda apoyos técnicos y también financieros para cofinanciar y dirigir el proceso. Es importante que los alcaldes de los municipios forestales participen próximamente en el congreso de los bosques municipales en Yaundé para departir con sus homólogos de África Central; los socios institucionales y financieros y los representantes de la sociedad civil pueden acompañarlos en este proceso.

Redactado por François Xavier Eya

Publicado en “La Nouvelle Expression”, Camerún, el 13 de abril de 2011.

Traducido por Juan Carlos Figueira Iglesias.

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