El día 14 de abril fue celebrado como el segundo aniversario del rapto de más de doscientas estudiantes nigerianas, en Chibok, en el noreste del país, por los extremistas de Boko Haram. Para recordar esta fecha, los miembros de la campaña “devuélvannos nuestras chicas” (Bring Back Our Girls) colgaron cintas rojas de los árboles de la capital, Abuja.
Dos días antes del aniversario, Boko Haram divulgó un video en el que aparecen supuestamente 15 de las 219 jóvenes, que todavía se encuentran secuestradas. Varias de las estudiantes que aparecen en las imágenes, constituyen la primera prueba desde mayo 2014 de que están vivas, y fueron reconocidas por sus familiares.
El grupo yihadista, dirigido por Abubakar Shekau –que el año pasado juró lealtad a los extremistas del Estado Islámico- habría exigido al gobierno nigeriano un rescate do 50 millones de euros.
La Organización No Gubernamental Observatorio de los Derechos Humanos (Human Rights Watch) dijo esta semana que los ataques de Boko Haram en Nigeria dejaron a cerca de un millón de menores sin posibilidad de continuar sus estudios. Y La ONU se ha fijado especialmente en la utilización de menores para ataques suicidas.
El coordinador de la asistencia humanitaria de las Naciones Unidas para el Sahel, Toby Lanzer, comentó que “cuando extremistas atan explosivos a una niña de siete años y la envían a un mercado para hacerse explotar, eso es una encarnación del mal, y es difícil imaginar algo más horrible”. Sólo en el mes de enero, en el norte de Camerún, 63 “terroristas suicidas” se hicieron explotar, y más de la mitad eran niñas.
El gobierno de Nigeria dijo el día 14 de abril que estaba estudiando un video, como prueba de vida, de 15 de las más de doscientas escolares raptadas por Boko Haram, al mismo tiempo que sus padres y simpatizantes recordaban el segundo aniversario de su rapto.
En el video, presentado por la CNN, pueden verse por primera vez algunas de las jóvenes raptadas, desde que otro video de Boko Haram, en mayo de 2014, presentaba a alrededor de cien de las jóvenes, ataviadas con el vestido islámico y recitando el coran.
Un total de 276 jóvenes fueron raptadas en la Escuela Segundaria Femenina Gubernamental de Chibok, en el Noreste de Nigeria el 14 de abril de 2014. Cincuenta y siete de ellas consiguieron escapar en los días siguientes.
Tres madres y una colega de las 219 escolares todavía en cautiverio pudieron confirmar la identidad de algunas de las jóvenes, que aparecían en las imágenes mostradas el día 13 por la noche.
Un alto funcionario del gobierno dijo a la AFP que el gobierno había recibido el video, que muestra a las jóvenes con largos vestidos negros (hijabs), pronunciando sus nombres, añadiendo que habían sido raptadas en Chibok, y que se encontraban “todas bien”. Hay indicios de que el video fue tomado el 25 de diciembre de 2015.
El mismo alto funcionario dijo que harían lo posible para evitar los problemas encontrados por el gobierno anterior, que anunció prematuramente la existencia de contactos con miembros de Boko Haram, e incluso la posibilidad de un alto el fuego. “Nuestros servicios secretos y de seguridad… recibieron un video parecido en julio del año pasado, y cuando intentaron dar seguimiento se encontraron en un callejón sin salida”, dijo. No ha sido posible establecer contactos ni verificar la identidad de los supuestos miembros de Boko Haram, que enviaron el video, ni si lo hicieron con la aprobación del jefe del grupo, añadió.
Se sabe que hay varias facciones en Boko Haram, compuestas por grupos de guerreros con afinidades ideológicas, que no siempre actúan bajo las órdenes directas de los cuadros superiores. Hay sospechas de que el último video y el mensaje anterior, que no fue publicado, vengan de una de estas facciones. El mismo informador también reveló que el gobierno había recibido un pedido de rescate en julio del año pasado. Según el informador, el grupo rebelde pidió 1.100.000 euros por el rescate de diez jóvenes. Eso da credibilidad a la teoría que las jóvenes de Chibok fueron separadas después de su rapto, y que fueron guardadas separadas en diferentes lugares, complicando así todas las negociaciones y los ataques para su rescate.
La AFP ha visto también fotografías de cinco jóvenes, que fueron enviadas al gobierno a mediados de enero de este año como parte de la misma tentativa de establecer negociaciones.
El líder de Boko Haram Abubakar Shekau dijo previamente que las jóvenes serían liberadas a cambio de guerrilleros islamistas retenidos en custodia en Nigeria.
El segundo aniversario fue celebrado el 14 de abril con vigilias y marchas de protesta, incluso en el lugar del rapto, en presencia de muchos familiares de las jóvenes raptadas, vestidos de negro.
En el hervidero comercial de Lagos y en la capital Abuja, cientos de manifestantes del movimiento “devuélvannos nuestras chicas” se reunieron para reiterar su petición de libertad para las jóvenes y para otras víctimas.
Hombres y jóvenes se han visto obligados a luchar en las filas de Boko Haram, mientras que las chicas y las mujeres han sido utilizadas como esclavas sexuales e incluso como bombas suicidas.
El director de Amnistía Internacional en Nigeria, M.K. Ibrahim lanzó un pedido por la liberación de todos/as los/as cautivos/as, y dijo que las jóvenes de Chibok son el símbolo de “todos los civiles cuyas vidas han sido devastadas por Boko Haram”. “El gobierno del presidente Muhammadu debería hacer todo lo que es legalmente posible para terminar con la agonía de los padres de las jóvenes de Chibok y de todos los raptados”, añadió.
Buhari estaba visitando China en el día del aniversario, pero ha dicho que el regreso de las jóvenes es central en la victoria del gobierno contra Boko Haram.
El Grupo Internacional de la Crisis dijo que este aniversario era una oportunidad para resaltar el efecto del conflicto sobre los niños, mientras el ejército libera nuevas áreas del control de Boko Haram.
El Observatorio de los Derechos Humanos declaró esta semana que unas 952.000 de los 2.600.000 de personas desplazadas por la violencia son niños, a los que se les ha “robado” el derecho a la educación por los ataques a las escuelas. UNICEF dijo, en un comunicado propio, que ha habido un fuerte aumento en el uso de niños raptados como bombas humanas. Tres cuartas partes de las bombas humanas usadas en ataques entre enero 2014 y febrero 2016 eran niñas.
Fuentes: O Pais Online y News24