#BlackLivesMatter: de Marikana a Ferguson

20/01/2015 | Opinión

Sudáfrica y Estados Unidos se encuentran en la fase inicial de un movimiento militante de masas en favor de los negros. En Sudáfrica, los diputados afiliados a los Combatientes de la Libertad Económica (EFF, por sus siglas en inglés), una organización revolucionaria según su propia descripción, irrumpieron en el Parlamento cantando «devuelve el dinero» a los altos funcionarios del Congreso Nacional Africano (CNA) acusados de corrupción. Del mismo modo, en Estados Unidos, los activistas requisaron el micrófono en una manifestación patrocinada por la Red Nacional de Acción para protestar por su exclusión. Aunque ambos hechos se representan como divisiones generacionales y falta de respeto a los “mayores”, son desacuerdos ideológicos que reflejan un conflicto basado en los intereses y la conciencia de clases en Estados Unidos y en Sudáfrica.

Ronald Walters en The Price of Racial Reconociliation y George Fredrickson en White Supremacy and Black Liberation realizan una comparación de los sistemas legales y del Movimiento de liberación negra (BLM, por sus siglas en inglés) en cada país. Los dos países son estados colonizados por blancos que tuvieron grandes movimientos de masas para erradicar las diferencias raciales. Aunque el problema principal es el capitalismo mundial, se expresa de tres maneras fundamentales: el neocolonialismo, el neoliberalismo y el militarismo.

Kwame Nkrumah, «Osagyefo» (1) definió el neocolonialismo como una nación que ha obtenido la liberad política pero que es todavía dependiente en términos económicos de las potencias externas. El año pasado, Ronnie Kasrils, un líder nacional del CNA y del Partido Comunista Sudafricano (SACP, por sus siglas en inglés), reconoció que en la década de 1980 y en la de 1990, el CNA regaló demasiado durante su negociado acuerdo con el gobierno del apartheid. Este acuerdo del CNA dejó la tierra, las minas, los bancos, etc. en las manos del monopolio capitalista blanco. Tras 1994, el CNA promovió el empoderamiento económico negro (BEE, por sus siglas en inglés). Este programa consolidó una clase capitalista negra al imponer cuotas en el sector económico. Fundamentalmente, el CNA pasó de ser un movimiento de liberación a un gobierno neocolonial.

En Estados Unidos, durante la etapa de McCarthy, las organizaciones liberales negras como la NAACP (Asociación nacional para el fomento de personas de color) y la Liga Urbana presenciaron o se mantuvieron calladas cuando los radicales negros como Paul Robeson y W.E.B Du Bois sufrieron la represión política por su apoyo inflexible a los derechos humanos. Sin este acuerdo, las peticiones liberales negras del Movimiento por los Derechos Civiles no se habrían aceptado. Entonces, en los años 60, Richard Nixon apoyó los programas gubernamentales con el eslogan «El capitalismo negro es el poder negro». Este proceso ayudó a crear una clase de falsos dirigentes negros que el Informe de la Agenda negra (BAR, por sus siglas en inglés) continuamente destaca y que el movimiento emergente debe hacer frente.

Desde los años 70, ha existido una contrarrevolución neoliberal para debilitar los movimientos sociales socialistas y radicales mediante la promoción de políticas como la liberalización del comercio, la privatización, la desregulación y el recorte en servicios sociales. El EFF ha afirmado que el CNA abandonó sus políticas redistributivas de la Carta de la Libertad por políticas neoliberales de crecimiento, empleo y redistribución (GEAR, en inglés) y el Plan Nacional de Desarrollo (NDP).

En el contexto de Estados Unidos, la clase de falsos dirigentes se mantuvo leal al Partido demócrata incluso cuando cambió a las políticas neoliberales del Consejo de Liderazgo Demócrata y a la coalición de los Blue Dog (2). Cuando los demócratas apoyaron la reforma del bienestar, la desregulación de la radio en 1996 y la revocación de la Ley Glass-Steagall (3), la clase política negra decidió apoyar al «menos malo.» Esta y otras políticas neoliberales no sólo profundizaron las contradicciones entre las clases entre los afroamericanos pero también profundizaron la necesitad de contener a la policía tanto en Estados Unidos como en Sudáfrica.

En Estados Unidos, las peticiones para la ley y el orden, y el repetido cántico de la violencia «Black on black» legitimaron la militarización de la policía. Esto comenzó en los años 60, cuando los departamentos de policía local crearon los equipos SWAT para contener las rebeliones urbanas y las organizaciones radicales negras. A pesar de que el grupo de congresistas negros (Congressional Black Caucus) conocía las quejas negras del terrorismo policial en sus distritos, cuatro quintos votaron contra una enmienda que hubiese parado que el Pentágono transfiriese militares a departamentos policiales de Estados Unidos. Ahora, hay un incipiente movimiento negro para desafiar sus políticas coloniales y a ellos.

Aunque estos dos movimientos comparten algunas similitudes, también tienen diferencias. Una fundamental es el desarrollo político. Una razón es que el Partido Comunista Sudafricano (SACP) tuvo un papel fundamental en el movimiento anti-apartheid y es parte de la Alianza Tripartita. Esto significa que la izquierda sudafricana tiene un mayor nivel de desarrollo ideológico y organizacional. Por ejemplo, el EFF es una organización revolucionaria socialista y de concienciación negra con casi 500.000 miembros y 25 diputados en sólo casi un año de existencia. En su Asamblea Nacional, celebrada del 13 al 16 de diciembre en Bloemfontein, Julius Malema, de 33 años, fue elegido presidente. La edad de sus miembros parece rondar la veintena.

El movimiento de protesta que emanó de Ferguson (Misuri) ha llamado la atención globalmente desde Venezuela a Corea del Norte o Palestina. Ha proclamado una nueva generación de organizadores radicales negros que, hasta el asesinato de Mike Brown, nunca habían asistido a una manifestación. Además, el discurso nacional ha sufrido un cambio radical en las últimas semanas debido a su organización comunitaria. Este movimiento es, en verdad, un punto de inflexión. No obstante, debido a la represión política de la época de McCarthy y de COINTELPRO (4), esta generación, mi generación, no ha tenido el mismo nivel de continuidad política y de orientación tal y como nuestros colegas sudafricanos. Por ejemplo, Malema y otros líderes del EFF recibieron parte de su educación política en Cuba.

Los movimientos de liberación negra en Sudáfrica y Estados Unidos tienen mucho que enseñarse el uno al otro. Desafortunadamente, por ahora, los dos movimientos no parecen estar en contacto. La estrategia del EFF de «la emancipación económica en nuestra vida» y una asamblea nacional para crear un programa político señalan el camino a seguir por el movimiento negro en Estados Unidos. En este momento, los sectores radicales de los movimientos de liberación negros deben desarrollar una organización, una estrategia y unos objetivos concretos. Deberían diseñar una asamblea nacional con cuatro objetivos claros:

– 1) Examinar los puntos fuertes y los débiles históricos del movimiento de liberación negra

– 2) Evaluar el estado actual del movimiento de liberación

– 3) Crear una organización negra independiente (partido, congreso, frente, etc.)

– 4) Desarrollar un plan de cinco a diez años para la comunidad negra

Las organizaciones que se han creado en los últimos cinco años para luchar contra el sistema de prisión por los jóvenes negros (Dream Defenders, Milleneal Activist United, #BlackLivesMatter, Students Against Mass Incarceration, Lost Voices, etc.) y otros grupos (MXMG, All-African People’s Revolutionary Party, Uhuru Movement, etc.) pueden hacer esta petición. Tienen organizadores y potencial para hacerlo. Con suerte, ya se está trabajando en ello. Pero, hasta ahora, en palabras del ideólogo del EFF, Frantz Fanon, «debemos cumplir nuestra misión, o traicionarla.»

Benjamin Woods*

*Benjamin Woods es doctorando en Howard University y cofundador de Students Against Mass Incarceration. Escribe en: www.free-the-land.blogspot.com

Notas:

1.- Kwame Nkrumah fue uno de los principales líderes políticos de la independencia de Ghana, y Osagyefo (redentor) fue uno de los múltiples sobrenombres que adquirió gracias a la gran devoción que el pueblo sentía por él.

2.- Se trata de la vertiente más conservadora del Partido Demócrata en Estados Unidos.

3.- Se trata de una ley de 1933 que separaba la banca de depósito y la banca de inversiones, con el fin de acabar con la especulación. Esta ley fue revocada en 1999.

4.- Programa de Contrainteligencia llevado a cabo por el FBI que pretendía luchar contra las organizaciones políticas disidentes en Estados Unidos.

Fuente: Pambazuka News

[Traducción, María Alarcón]

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