Bine Europa. Bina Paña , por Nse Ramón

12/09/2011 | Bitácora africana

Un texto que escribe el escritor Donato Ndongo, y que creo, si no me equivoco, se titula «¿Por qué vinimos a España?». Reconozco que no lo he leído, pero seguro que los que sí lo han hecho habrán vuelto a afianzarse en su visión particular de que el genio escritor, se merece un respeto. Pero bueno, con mi carta de hoy, ustedes se van a quedar con las ganas, ya que no pienso hablar de Donato. Hoy quiero hablarles de algo que me intriga un poco, de lo cual no tengo razón, y por lo cual se puede entender algunos problemillas que tiene el país donde se dictan las normas sin contar con un pueblo.

La pregunta que hace el escritor, se la haría yo gustosamente a muchos que están viviendo su particular «dorado» en un país que luego ellos mismos tachan de «peligroso» para el inmigrante. ¿Cuál es la razón por la que decidimos, uno, comprar el visado de tres meses, dos, comprarnos el billete de ida y supuesta vuelta?. No creo que muchos se hagan esa pregunta, por que seguramente hay varias razones. Cada cual puede elegir su explicación del tema y de su «sueño» español. Pero ninguno puede dar una explicación muy fiable a su propios yo internos cuando se acuerda, ya en España, del por qué decidió ir a un país tan diferente al suyo viendo las condiciones en cada país. Es un tema muy delicado, requiere de una explicación científica, académica e intelectual, pero yo no dispongo de tanto tiempo, ni de las capacidades para hacer el estudio. De lo que sí dispongo, es de unas terribles ganas de entenderme a mí mismo cuando decido escribir estas cosas de LOCO.

Y como que así se presenta la cosa, quiero empezar por intentar ligar la dictadura que no ven muchos guineoecuatorianos, por más Españas que les hagas vivir, con el echo de que la mayoría está en España sin tener claro si se fueron de su país por que no había oportunidades en lo que a educación, salud y ciertas libertades y derechos se refiere, o se fueron por que tenían muchas ganas de hacerse la foto en lugares donde otros se las habían hecho antes para avivar su deseo ferviente de ir a España. Un tanto complicado todo, pero tiene su punto. ¿Qué quieres venir a hacer aquí en España si me dicen que Guinea Ecuatorial está mucho mejor que aquí?, esa pregunta surgió después del boom del petróleo de los Obiang. Muchos jóvenes de menos de 30 años, tienen claro desde Guinea Ecuatorial que no haber pisado España, es como no haber hecho nada en la vida. Muchos tienen claro que es ahí donde están las oportunidades para todos. Estamos en pleno siglo XXI, hay internet y gente saliendo de un lugar a otro, conociendo mundo y respirando cosas que no se respiran en el país nuestro, ¿Cómo es posible entonces que no se sepa a qué vamos a un país que está «peor» que el nuestro sólo para cumplir una «tradición»?.

Lo de los hermanos guineoecuatorianos en España es un poco «caso aparte». Estadísticamente, están entre los que llegan desde Barajas, con sus maletas facturadas, sus ilusiones sólidas, y su sello de «hijos de la dictadura petrolera». Llegan a España y se comportan como en casa, ya que está más que demostrado que les unen más cosas de las que les separan de los españoles (Bono es un AS…). Pero claro, el 95% de ellos ha llegado en avión, pero su documentación está con fecha limitada. Y en esas condiciones, la vida en el país de Letizia Ortíz se torna otra cosa. Algunos de ellos estudian algo, y son los que suelen decidir regresar a casa para ver si hay algún pariente, u amigo (en Guinea Ecuatorial, muy pocos se ven beneficiados del régimen dictatorial por su cerebro capacitado académicamente…) les mete a dedazo limpio donde se pueda desquitar de todo el sufrimiento que se supone deriva de fregar platos, vender hamburguesas, o cuidar alguna tienda, con estudiar algo, ya sea en FP o en alguna Universidad. Los demás que se aferran a la idea de que «España es mucho mejor que Guinea Ecuatorial, hay oportunidades reales, por eso voy a llamar a mi hermanito que se venga…», no son capaces de responderte si les preguntas «¿Y por qué no lo dices en voz alta…?», respuesta suele ser algo así como, «Tío, es que tengo pensado volver. Tampoco he dicho que Guinea Ecuatorial sea menos que España…». ¿El guineoecuatoriano cuando sale de Guinea Ecuatorial, se lleva consigo la dictadura a un lugar donde él mismo supone que tendrá que vivir con más libertad?, ¿Es posible que la excusa de que «no hablo de política…» se deba a que nos quedarán siempre familiares soportando en el país que dejamos, los atropellos de aquel que nos impide levantar el tono de voz incluso en una España libre de pensamiento?. No sabría explicarlo, pero está claro que muchos hacen honor a nuestra condición del «99,09% de los votos del PDGE».

Y bien, desde que se descubren las redes sociales, la gente de «casa» tiene más imágenes de hermanos, hermanas, amigos, amigas, que disfrutan de una vida plagada de todos los placeres de un dorado. Fotos, fotos, y más fotos se cuelgan desde Madrid, Barcelona, Zaragoza… Todas fotos de fiestas, de «¡cómo vivimos aquí!». Todos son sonrisas, rostros felices, gente reluciente, gente guapa, bien vestida y con unos pelos, sobre todo de las mujeres, que se alejan del afro. El dorado español, al que fuimos en busca de una solución que por «seguridad» de los nuestros no podemos especificar el problema en público, nos tiene enganchados a su maquillaje. El guineoecuatoriano que no descubre la España país, por que es un gran país, descubrirá la España tiendas de ZARA, H&H, MANGO en la Gran Vía madrileña. Descubrirá los mercadonas y sus yogures, las playas de Salou o Benidorm. Descubrirá Makassy y los bares de pinchos, tapas y cerveza. Descubrirá que las chicas guineoecuatorianas tiran más por los extranjeros, ya que los nuestros son más propensos a vivir de lo poco que sacas de tu nocturno trabajo en una pizzería. Descubrirás que los chicos guineoecuatorianos quieren no olvidar que a España se viene a sufrir por que una cosa es una foto de amigos guapos desde Spain recibida en Malabo o Bata, y otra bien diferente, la que les mandas tú a tus amigos que se quedaron en el país, y así continuar con el éxodo hacia el inexistente dorado.

Descubrirás que el fang, el bubi, el annobonés, el fernandino, el ndowé siguen viviendo como si la libertad y los valores unificadores no tuvieran muchas fuerza en el país que elegimos para respirar un poco de aires de libertad que tanto le cuesta ofrecernos el hombre que se hace llamar dictador. ¿Por qué decidimos irnos a España realmente?, ¿Qué tiene España que no tenga nuestra querida Guinea Ecuatorial?. ¿Por qué nos hacemos fotos guapas para que otros tengan ganas y nos «envidien» para luego aventurarse?, ¿Pero también por qué podemos luego regresar a casa después de tanto tiempo, después de tanta lucha, después de tanto saber académico, y aceptar simplemente que pese a que España es difícil y llena de libertades y derechos, Guinea Ecuatorial es mejor?.

Lo antes dicho. si te vas a España con un visado comprado y con fecha de caducidad. Si vas con un billete de ida y supuesta vuelta. Si lo tuyo es por el mero echo de querer mandar fotos, cumplir un sueño posible. Si tienes claro que las oportunidades planean sobre las cabezas y que solo hay que ser suertudo para alcanzarlas. Si prefieres ir a la Gran Vía madrileña, comprar en ZARA y demás tiendas. Si la libertad, los derechos y las relaciones con otras nacionalidades solo los has descubierto saltando y brincando en las mejores discotecas y los múltiples bares de ese país. Si lo que tienes claro es que hiciste bien en no dejar atrás tu status de hijo de una dictadura petrolera al irte a España y luego regresar a tu país con el cartel colgando que reza «Yo no me metí en política en España…». Si todo eso que intento decir tiene que ver con lo que tú tienes como idea de base para que vivas lejos de los tuyos, entonces amigo mío, es hora de empezar a pensar un poco más en tu vida. Por que malgastar esos preciosos minutos que has malgastado solo puede significar una cosa: Que eres malo para tu propia salud mental.

Ahora bien, si lo que se sabe es que nadie se atreverá a decir lo que le impulsó a ir se a vivir a una España que tampoco llegará a conocer siquiera, me aventuraré en responder a esa pregunta de por qué nos vamos a España.

Decidimos irnos a España en esas condiciones por que hemos creído a bien regalar el país a un dictador. Y yo digo que algunos dictadores tienen hasta suerte, de repente se encuentran dirigiendo un territorio que está muy lejos del estrecho de Gibraltar. Con la de medios de comunicación mundiales que hacen su agosto con esos desgraciados que acaban en el fondo del mar. ¿Quién puede pensar que el chaval o chavala que recién llega a Barajas desde Malabo se trae un billete de ida y supuesta vuelta por culpa de las faltas de cientos de cosas que no le van a quedar claras en España?. El de la patera es mucho más feo y queda mejor en la foto del periódico… ¿Verdad?

Nsé, escribiendo sin mucha profundidad un tema más que profundo.

Autor

  • Nse, Ramón

    Nse Ramón o Ramón Esono Ebalé (alias Jamón y Queso) es un artista guineoecuatoriano nacido en Nkoa-Nen Yebekuan (Mikomeseng-Kie Ntem) en 1977 y residente en Malabo desde 1982. Dibujante e ilustrador autodidacta, compagina su pasión por el dibujo y el cómic con su trabajo de grafista. Actualmente es el grafista titular del Centro Cultural de España en Malabo y como dibujante de cómics ha ganado varios premios y certámenes internacionales como el concurso "Regarde 9", en el Festival Internacional de BD de Angulema (Francia), el premio obtenido en Cocobulles, Costa de Marfil con el trabajo "Le réveil d'Akoyo". Ha expuesto en los Centros Culturales Francés y Español en Malabo y Bata, en el Feshcary (Camerún) y en diversas galerías de Europa, América y Estados Unidos. El artista ha iniciado diferentes proyectos para organismos internacionales que operan en Guinea Ecuatorial realizando carteles e ilustraciones para la campaña de la Unión Africana en fomento de la Juventud y sus Derechos de la Organización de la Unión Africana.

    Participó en ARCO2010 con dos series ácidas y corrosivas sobre las dictaduras y la corrupción

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