Desde que las potencias coloniales dividieron el continente de África en el siglo XIX, su pueblo ha luchado para unirse en uno. Nuestro propio Osagyefo [palabra que significa redentor en lengua Twi, hablada por el pueblo Akan de Ghana] el doctor Kwame Nkrumah fue un influyente defensor del panafricanismo en el siglo XX, y fuertemente comprometido con unir a la raza negra, pero no pudo lograr este sueño antes de que fuera expulsado del poder a punta de pistola.
Aunque el continente tiene a la Unión Africana (UA), cuyo objetivo es promover la unidad y la solidaridad de los estados de África y actúa como una voz colectiva para el continente africana, sin embargo, aún está lejos de ser un continente unido.
El último intento que se hizo, o que hicieron los líderes del continente para unirse, también parece haber fracasado, ya que la mayoría de los dirigentes siguen buscando sus intereses particulares. Si esta visión se hubiera logrado, habría sido un peldaño para subir a bordo a otros hijos e hijas de África, que encontraron la salida del continente a través del detestable comercio de esclavos, hacia el otro lado del globo.
Frente a todos estos fracasos y dificultades, un líder contemporáneo ha demostrado su disposición para lograr la verdadera unidad africana, es el líder de Senegal, el presidente Abdoulaye Wade.
Durante la cumbre de la Unión Africana celebrada en Accra en 2007, donde se presentó una propuesta para una África unida, fue uno de los pocos líderes que declaró públicamente que su país estaba dispuesto a renunciar a su soberanía, con el objetivo de seguir los intereses de África, de entrar a formar parte del gobierno de unidad propuesto.
Desafortunadamente, la mayoría de los líderes africanos adoptaron un enfoque gradual, sobre todo después de empezar a sospechar sobre el líder libio, el hermano Muammar al Gadafi, que presionaba para la ratificación de la propuesta de convertir el continente en los Estados Unidos de África. Aunque el señor Wade todavía no ha logrado su deseo de un África unida, no ha renunciado a la lucha.
La BBC (British Broadcasting Corporation) lo citó el día 17 de enero diciendo que él y su país estaban dispuestos a ofrecer tierras a las recientes víctimas del terremoto de Haití para instalarse en Senegal.
No terminó ahí, sino que también se comprometió a asumir el gasto de su repatriación en el caso de que estuvieran de acuerdo en venir.
Wade se ha comprometido porque cree que los haitianos son hijos e hijas de de África a los que se llevaron fuera del continente como resultado de la horrible trata de esclavos. Hasta ahora, ningún otro dirigente africano ha dado un paso al frente para hacer esta valiente declaración.
El presidente Wade, un musulmán devoto, recientemente provocó la ira de los cristianos en su país, cuando afirmó que Jesucristo no era Dios, como creen los cristianos. Aunque este arrebato obligó a los católicos de Senegal a embarcarse en una manifestación, sólo muestra que este hombre también se equivoca y que es un simple mortal que a veces puede desvariar.
Este periódico, [el Ghanaian Chronicle] piensa que la conducta de Wade, especialmente su actitud hacia la idea de unidad continental, es inigualable y le felicitamos por ello.
Si el pueblo de Haití, que es uno de los países más pobres del mundo, acepta su invitación y vuelve al continente africano, su nombre siempre será recordado por las generaciones venideras como un verdadero líder de África.
Esperamos que los líderes del continente estén siguiendo de cerca este buen acto humanitario y traten de imitarlo. Bien hecho presidente Wade.
Editorial publicada en el Ghanaian Chronicle, el 19 de enero de 2010.
Traducido por Pilar Maroto Montalvo, alumna de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid Traducción/Interpretación, colaboradora en la traducción de algunos artículos.
