La historia de Sarah Baartman no es para que la cuente una mega estrella como Beyoncé, declaró un jefe local de los primeros pueblos Ghonaqua.
«Beyoncé carece de la dignidad humana básica para ser digna de escribir la historia de Sarah, y mucho menos interpretarla en el cine,» declaró Jean Burgess, de “The First Indigenous Peoples of South Africa” (Primeros Pueblos Indígenas de Sudáfrica) en reacción a la noticia de que la cantante, compositora y actriz Beyoncé Knowles estaba trabajando en llevar al cine la vida de la mujer Khoi Khoi Sarah Baartman, que se vio obligada a actuar y exhibirse en circos, debido a sus grandes nalgas.
«¿Por qué Sarah Baartman? ¿Por qué no una historia sobre una mujer indígena americana? Sólo puedo ver arrogancia en su intento de contar una historia que no es ella quien la debe contar”.
Kobus Reichert, miembro del Consejo Gamtkwa Khoisan, contestó diciendo que no tienen ningún problema con la película o con que Beyoncé actúe en ella, siempre y cuando la comunidad en Cabo Oriental, donde nació Baartman, no sea dejada de lado. Tiene que hacerse con respeto y con su trasfondo cultural». Se enteraron de los planes para hacer la película este lunes pasado cuando se les acercaron para que hicieran comentarios.
Sara Baartman (en idioma afrikáans: Saartjie Baartmann) fue tal vez la más famosa de por lo menos dos esclavas de la etnia KhoiKhoi, llevadas a Europa a principios del siglo XIX para ser exhibidas como atracción circense. Su nombre artístico era «la Venus Hotentote (1)«.
La de Baartman es una historia de humillación que refleja el morbo de los científicos coloniales y su racismo científico en el estudio de la anatomía humana. Era objeto de fascinación, para los europeos coloniales, debido a sus grandes nalgas y a su «coloración inusual».
Nació en 1789 en una región cercana al río Gamtoos en Cabo Este. Hogar de los nativos Khoi Khoi . Durante su adolescencia, Sara emigró a Cape Flats, cerca de Ciudad del Cabo donde terminó siendo esclava de unos granjeros hasta 1810. Ese año fue vendida al doctor británico William Dunlop, que la llevó a Londres para presentarla en su circo como una rareza, una curiosidad científica. La figura de Sara Baartman se debe a una enfermedad por la cual se acumulan excesivas cantidades de grasa en los glúteos (esteatopigia). Sara se convirtió en un objeto de deseo y fue víctima de continuos abusos. Hubo protestas en Londres debido a la manera en que Sara era tratada ya que estas presentaciones se llevaron a cabo en una época en que se debatía la abolición de la esclavitud. Finalmente, una sociedad benéfica solicitó la prohibición del espectáculo.
Posteriormente fue trasladada a París, donde un domador de fieras la exhibió durante quince meses y así continuó su degradante exhibición. En París atrajo la atención de científicos franceses, en particular la de George Cuvier, quien la describió como una mujer inteligente, de excelente memoria y que hablaba fluidamente el holandés. Cuando los parisinos perdieron interés en el show de Sara, fue forzada a prostituirse. Ella no pudo resistir el frío clima, la cultura europea, ni el abuso de su cuerpo. Sola, enferma y alcohólica, falleció el 29 de diciembre de 1815 a la corta edad de 25 años, cinco años después de haber salido de su África natal.
La comunidad científica parisina se reunió para realizar su autopsia, después de que Cuvier realizara un molde en yeso de su cuerpo. Su esqueleto, su cerebro y sus genitales estuvieron en exposición en el Museo del Hombre de París.
Sus restos fueron expuestos al público durante más de 160 años, muchísimo después, en 1994, el entonces presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, realizó una petición formal al presidente francés François Mitterrand para que sus restos fueran devueltos a casa. Francia accedió a la petición en marzo de 2002 y los restos de Baartman
fueron llevados de vuelta a Sudáfrica. Fue enterrada en Hankey, en el valle de su nacimiento, el 9 de agosto de 2002.
(1) En esa época, el término hottentot (que significaba ‘tartamudo’ en una variante del idioma afrikáans, que es una variante del idioma neerlandés) era peyorativo y lo utilizaban los holandeses para referirse a los Khoi Khoi.
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