Desde hace dos días está varada en el puerto de Dakar el barco ruso Oleg Naydenov, después de haber sido bloqueado por la Marina por “reincidencia de pesca ilegal” en aguas territoriales senegalesas. El ministro de Pesca, Haidar el Ali, anunció que la embarcación deberá pagar una multa de 400 millones de francos CFA (alrededor de 610.000 euros), “por reincidencia… es el tercera vez que la detenemos”.
Lo que agravó aún más el hecho fue la negativa del capitán de la nave a obedecer durante el control de la Marina senegalesa. El ministro añadió que, cada año, la pesca ilegal hace perder a Senegal alrededor de 230 millones de euros.
Además de las graves consecuencias para la económica senegalesa, la pesca ilegal amenaza directamente la supervivencia de los pescadores artesanales y los precios a los consumidores, cada vez más altos, para un producto cada vez más escaso. A esto se suman los daños a los ecosistemas marinos, que están causando un verdadero “desastre ambiental” en aguas de Senegal y otros países del África Occidental.
MISNA