Ayuda alimentaria y dignidad

14/09/2009 | Opinión

Aprovechando la cercanía de la próxima cumbre de la Comunidad de Estados Sahélo-Saharianos (CEN-SAD, en sus siglas en francés) que tendrá lugar en nuestro país, Benín, hemos expresado nuestras quejas sobre el Guía de la revolución libia tal y como han hecho todos los demás países africanos que han organizado este tipo de encuentros en el pasado.

Lo que me molesta de la presentación de los beneficios de la última visita de la delegación presidencial de Libia es la llamada a la caridad de Gadafi sobre un aspecto sobre el que no existe una necesidad real de ayuda: nuestra alimentación, “nuestro vientre”.

Me ha sorprendido su actuación sobre este aspecto en concreto, ya que el gobierno, en el contexto de la carestía de la vida, no ha bajado la guardia gracias a medidas audaces y anticipadoras que han permitido controlar o contener el momento de crisis. El antiguo ministro de Asuntos Exteriores y consejero técnico del jefe de Estado, con motivo de la visita, ha dicho que, bajo petición de Benín, Libia acuerda “una ayuda alimentaria de cereales (maíz y arroz) para distribuir gratuitamente a la población tal y como lo habían hecho los americanos con las mosquiteras tratadas con insecticida”.

Todo menos eso. Nosotros no estamos todavía en ese caso de inseguridad para necesitar gestos condescendientes. Desde que la crisis de la carestía de la vida hace estragos, yo no recuerdo haber escuchado a ningún beninés pobre pedir que distribuyamos gratuitamente arroz o maíz. Y esto se comprende porque el beninés está orgulloso de ser dueño de su vientre. El beninés quiere poder comprar 1kg de maíz al menos. La población no quiere que otros les tengan piedad. La población no pide caridad. No quiere que expongan su vientre al exterior, como si Benín se hubiera convertido en una especie de Somalia o Darfur.

Más bien, lo que quiere la población a medio y a largo plazo es el desarrollo del sector agrícola que pase por una diversificación de los trabajos, una definición política de seguridad alimentaria apropiada, una explotación de los recursos naturales de que goza la geografía de nuestro país (el clima, un buen índice de pluviometría, la fertilidad de sus suelos, los valles, etc.).

¿Y qué dice actualmente la población? Dice que el precio de los cereales ha aumentado. El gobierno ha encontrado la solución a corto plazo: la ONASA (en sus siglas en francés) debe poner sobre el mercado existencias de maíz para venderlas a 165 Francos CFA el kilo. Sin embargo, la población dice que hay rupturas y que desearía tener más de 10 kg para comprar.

Y esta es la situación. Al mismo tiempo, es motivo de orgullo para la población saber que tienen todavía el poder adquisitivo necesario para no ser dependientes. Prefieren la dignidad como pobres que la caridad que esclaviza. Un adagio dice que “la mano que da está siempre debajo de la del que recibe”. A la vista de los recursos de nuestro país en riqueza de suelo y en abundancia hidráulica, y teniendo en cuenta el trabajo de nuestros valerosos cultivadores, es necesario salvaguardar nuestra dignidad frente a la ayuda alimentaria libia.

Es necesario que en la cumbre de la CEN-SAD, la población beninesa pueda levantar orgullosa la cabeza y mirar al Guía libio sin tener que estar en deuda con él por haberlos alimentado y tan sólo mostrar su hospitalidad legendaria y agradecerle el hecho de haber elegido Benín para celebrar la cumbre.

Estamos de acuerdo con la distribución de mosquiteras, pero vaya por delante la dignidad ante toda ayuda alimentaria.

NB: Contribución de Libia a la organización de la décima sesión ordinaria de la Conferencia de Líderes y de Jefes de Estado Miembros de la CEN-SAD

I- Infraestructuras

1. 2 grupos electrógenos de 1000 KVA

2. 1 grupo electrógeno de 500 KVA para la Embajada de Libia

3. 1 grupo electrógeno de 250 KVA para el aeropuerto de Cotonou

4. Suministro de pequeños motores para poner agua en cada villa presidencial

5. Encargo del coste parcial del acondicionamiento del aeropuerto

II- Transportes

1. 30 vehículos VIP

2. 3 vehículos blindados

3. 15 minibus de 15 y de 24 plazas

4. 40 motos de escolta

5. Participación a la hora de pagar los gastos de alquiler de vehículos ligeros

6. 2 vehículos para esparcir el insecticida sobre los lugares de la conferencia

7. Dotación de gasolina para los aviones, vehículos y patrullas

III- Seguridad

1. 2 tiendas de campaña grandes para 2000 personas

2. Escáneres para el control de equipajes en el aeropuerto

3. 20 pórticos de seguridad

4. Contribución a la organización de las patrullas

5. Confección de pin, chapas

IV- Protocolo

Ayuda a la organización del protocolo

V- Secretaría

Fotocopiadoras, ordenadores y material de oficina

VI- Salud

Envío de un equipo de médicos y de equipos para reforzar el CNHU-HKM y el Hospital de la Armada durante la cumbre

VII- Alojamiento y restauración

Financiación de hasta el 50% de los gastos de alojamiento y de restauración de los participantes en la cumbre

VIII- Prensa y comunicación

Contribución de un equipo técnico libio para ayudar a la prensa local y asegurar la cobertura mediática del acontecimiento

IX- Finanzas

Contribución financiera para participar parcialmente en los gastos de organización de la cumbre

X- Otras contribuciones

1. Construcción y equipamiento de dos centros informáticos de diez mil micro ordenadores para las Universidades de Parakou y de Abomey-Calavi

2. Construcción y equipamiento de un salón anfiteatro para la Universidad de Parakou

3. Ayuda alimentaria en cereales (maíz y arroz) para distribuir gratuitamente a la población de Benín.

Artículo publicado 8 de mayo de 2008 en el Blog Veritatis Splendor, de Jean-Pierre Degue (Benín).

Traducido por Alfonso Carlos Cobo Espejo, para la Fundación Sur.

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