Teniendo en cuenta el resultado decepcionante en las elecciones comunales del pasado 20 de noviembre, el partido del presidente (RPM) tiene muy poco tiempo para recuperar el poder en 2018. Sus barones deben cambiar de registro: menos arrogancia y acciones más concretas para recuperar la confianza de los malienses. Tienen unos 20 meses para cumplir con este enorme desafío. De lo contrario, «quien siembra vientos recoge tempestades». Tal es la lección de estas elecciones comunales de 2016 .
La conclusión es obvia, incluso en las pocas victorias que el RPM ha obtenido milagrosamente también son cuestionadas . En la Comuna I de Bamako, a pesar del veredicto del gobernador dando la victoria al partido del presidente la candidata de la URD (Union pour la république et la démocratie ) no ha aceptado el escrutinio de victoria del RPM con sólo unos pocos votos de ventaja .
En la Comuna II, todavía en el distrito de Bamako, hubo ataques de manifestantes descontentos con el anuncio de los resultados por parte del gobierno . Los manifestantes acusaron al partido en el poder de manipular los resultados.
Los resultados provisionales que dieron al RPM vencedor en Gao fueron ampliamente impugnados a través de protestas violentas hasta la devolución de la victoria al PDES (Parti pour le Développement Économique et la Solidarité) . En Tombuctú también hubo manifestaciones para impugnar la victoria de RPM y sus aliados.
El RPM también fue derrotado en las comunas III, IV , y VI en el distrito de Bamako. Además de esto, el RPM fracasó en otras capitales regionales como Koulikoro, Sikasso y Tombuctú.
En resumen, es más fácil contar las pocas victorias de RPM que sus cientos de derrotas. Después de estas elecciones locales mal organizadas entran en una situación muy crítica.
Este «voto de castigo» contra el RPM, es un aviso para el presidente IBK que puede tener serios problemas para lograr un segundo mandato en 2018. Sin embargo, el RPM todavía tiene tiempo para rectificar la situación.
Mali Jet
Fundación Sur
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