Se llama Sibiloumbay Dhiedhou. Luce traje y gorro rojos. En la mano, un cetro confeccionado con hojas de palma. Aparece con paso ceremonioso y se...
Naranjo, José
José Naranjo Noble nació en Telde (Gran Canaria) el 23 de noviembre de 1971. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid en 1994, ha seguido profesionalmente el fenómeno de la inmigración africana hacia Canarias, tanto desde la óptica de las Islas como desde los países de origen y tránsito de los irregulares. Así, para elaborar sus reportajes, publicados en diversos medios de comunicación, ha viajado por el sur de Marruecos, el Sahara, Argelia, Malí, Senegal, Gambia, Cabo Verde y Mauritania, donde ha recogido los testimonios de centenares de personas. Por este trabajo le fueron concedidos los premios Antonio Mompeón Motos de Periodismo 2006 y el Premio Derechos Humanos del Consejo General de la Abogacía Española 2007, en este caso junto al también periodista Nicolás Castellano.
Buena parte de su trabajo está recogido en los libros Cayucos (Editorial Debate, 2006), con el que fue finalista del Premio Debate, y en Los invisibles de Kolda (Editorial Península, 2009). Además, es coautor de los libros Inmigración en Canarias. Procesos y estrategias (Fundación Pedro García Cabrera, 2008) y Las migraciones en el mundo. Desafíos y esperanzas (Icaria, 2009).
Es redacror de la revista digital de información sobre África Guinguinbali donde tiene su blog Los Invisibles , que reproduciremos en Bitácora Africana
Las tormentas de África no tienen nombre, por José Naranjo
Las tormentas de África no tienen nombre. Esto es una atávica maldición. Por lo que parece, que te golpee una lluvia acompañada de fuertes vientos...
Casi matan a Saouti Haïdara, Por: José Naranjo
La noche del 12 de julio, un grupo de encapuchados armados con fusiles irrumpió en la redacción del periódico El Independiente, en Bamako, y...
Paso atrás del español en África , Por José Naranjo
Es una puerta, una ventana pedagógica que se cierra y que funcionaba en los dos sentidos, beneficiaba tanto a los países africanos como a España....
Casamance, 30 años en su laberinto, Por José Naranjo
A Shira, una joven cooperante española, le pilló la balacera en Oussouye. Había decidido despedirse de Senegal visitando uno de los lugares más...
La paridad llega a Senegal, Por José Naranjo
Aunque pasaron bastante desapercibidas incluso para los propios senegaleses (sólo hubo un 33% de participación), el pasado domingo 1 de julio se...
Bamako y el nido de la felicidad, Por José Naranjo
Rodeada de colinas, la ciudad de Bamako me recibe con una intensa pero corta lluvia. Tras un viaje de 34 horas en bus desde Dakar, lleno de polvo...
Nereo Cabello: «La tierra me persigue», por José Naranjo
En 2007, Nereo Cabello se trajo a África 64 cabras de Tenerife, La Palma y Fuerteventura, sesenta hembras y dos machos. Y no les ha ido tan mal....
34 horas de guagua y… ¡Bienvenidos a Bamako!, por José Naranjo
Desde hace tiempo tenía la intención de ir desde Dakar (Senegal) hasta Bamako (Malí), unos 1.100 kilómetros, por carretera. La otra opción, el...
Dakar Fashion Week o el sueño de Adama Paris , Por José Naranjo
Estamos en el Barra Mundi, un local de alto postín de la noche dakarois, en el barrio de Mamelles. Los clientes (algunos han pagado hasta 100 euros...
Mucho más que un golpe de estado, por José Naranjo
Bissau es una ciudad con alma. No sé si son sus decrépitos edificios del tiempo de los portugueses, esa pereza del tiempo que en lugar de pasar se...
Las casualidades no existen, por José Naranjo
Se llama Cheikh Omar Seydi. Estudió filosofía en la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar, pero desde hace ya unos cuantos años se inclinó por el...
Un fantasma que no sabe de fronteras, porJosé Naranjo
Hay lugares en el mundo donde basta un año de poca lluvia para que millones de personas se tengan que enfrentar cara a cara con la muerte. Viven tan...
«Sólo una brisa ligera…», por José Naranjo
Anoche me acordé de una frase genial: "Cuando soplan vientos de cambio, algunos levantan muros; otros construyen muros". Y me acordé porque en...
Toda una lección, por José Naranjo
Este domingo por la mañana, una mujer senegalesa de mediana edad acudía a votar a su colegio electoral. Una a una, iba recogiendo sus papeletas con...