Acababa de llegar a Londres. Era otoño del año 2000. Hacía frío. Mi compañera de trabajo me había brindado su casa para cuanto la necesitara. Tres...
Valcárcel, Fátima
Fátima Valcárcel es ante todo periodista y enamorada de África y por este continente ha volcado su labor profesional y humana . Actualmente reside en Mali donde colabora con el periódico "Les Echos" y desde Bamako escribe su blog "Es la hora de África" que reproducimos en esta Bitácora Africana.
Escribe en la Revista "Política Exterior" y en "FronteraD" , y en la Universidad de Valencia con la Cátedra UNESCO . organizó y dirigió seminarios sobre África
Manzanas que alimentan: el ejemplo de Mauricio, por Fátima Valcárcel
Releo mis escritos del pasado y no sé si alegrarme o entristecerme por no tener entre mis manos textos que no se pudieron recuperar de un par de...
Proverbios africanos, que invitan a la reflexión, por Fátima Valcárcel
Unos cuantos proverbios africanos, que invitan a la reflexión… Proverbio KIKUYU: “Un buen jefe comienza por hacer las pruebas en su hogar”....
La amenaza terrorista vende y los medios la compran, por Fátima Valcárcel
Me decía un amigo periodista el otro día, en una cena reencuentro de compañeros de universidad, que me veía muy alterada con lo que estaba pasando...
Gracias a Sékéné Mody Cissoko por su legado, por Fátima Valcárcel
Un breve y merecido recuerdo para el historiador maliense Sékéné Mody Cissoko, fallecido el pasado 17 de mayo en Bamako, a los 80 años de edad. A...
¿Al servicio de quién?, por Fátima Valcárcel
Es una vergüenza cómo la mayor parte de la prensa internacional trata a Malí y a los malienses, personas en su mayoría dialogantes y pacíficas. Tras...
29 de abril: ni urnas, ni golpistas… En manos extrañas, por Fátima Valcárcel
29 de abril. era el día en que Malí tenía previsto celebrar la primera vuelta de las quintas elecciones presidenciales “libres y democráticas”,...
Resumen del sentir de un pueblo, por Fátima Valcárcel
El 8 de abril antes de que lo publicaran las agencias, me llegaba el mail de un familiar maliense -ha sido breve, pero ya son mi familia- en el que...
Precipitado regreso de Malí, por Fátima Valcárcel
Como algunos de los que me seguís ya sabéis, el miércoles día 4 de abril regresé a Valencia desde Bamako. Tomar la decisión no fue fácil y aún me...
¡Qué no nos falte la esperanza!, por Fátima Valcárcel
Como la mayoría de vosotros ya sabréis, el miércoles 21 de marzo, la República de Malí sufrió un golpe de Estado por parte del Comité Nacional para...
Deportado cuando iba a realizar su trabajo, por Fátima Valcárcel
Tomo uno de los últimos ejemplares de Les Echos para corroborar un dato y reparo en el lema que aparece en la portada: « Je ne suis pas d’accord...
Si el tiempo fuera oro, pagar me costaría carísimo, por Fátima Valcárcel
Estoy intentando recordar los casos en los que, en España, debemos llevar dinero suelto para pagar una compra o servicio y apenas me viene uno a la...
Djamana djana y los sonray, por Fátima Valcárcel
Como dicen en Malí, “la música sirve para contar la historia”. En esta ocasión, no voy a narrar una parte de la historia con una canción ni con dos,...
El bautizo del niño Mateo, por Fátima Valcárcel
El niño Mateo. Así es como llama mi amigo Luis a su pequeño. No sé si está bautizado. Nunca se lo he preguntado, la verdad, pero yo diría que no lo...
Yo grito la alegría que inunda mi corazón (L. S. Senghor), por Fátima Valcarcel
Tras lo acontecido en Senegal durante los últimos meses, me uno a los senegaleses compartiendo uno de los poemas del primer presidente de la...