Haciendo abuso del socorrido grito de guerra de las tribus urbanas, la rima fácil es bastante socorrida, reflexionamos sobre el asunto de Guinea...
Ávila laurel , Juan Tomás
Juan Tomás Ávila Laurel, escritor ecuatoguineano nacido en 1966 en Malabo, de origen anobonés, actualmente reside en Barcelona. Su obra se caracteriza por un compromiso crítico con la realidad social y política de su país y con las desigualdades económicas. Estas preocupaciones se traducen en una profunda conciencia histórica, sobre Guinea Ecuatorial en particular y sobre África en general. Tiene más de una docena de libros publicados y otros de inminente publicación, entre ellos las novelas y libros de relatos cortos La carga, El desmayo de Judas, Nadie tiene buena fama en este país y Cuentos crudos. Cuenta también con obras de tipo ensayístico, libros de poemas y obras de teatro.
En Bitácora Africana incorporamos el Blog "Malabo" que el escritor realiza para la revista digital FronteraD. Desde CIDAF-UCM agradecemos a la dirección de FronteraD y a Juan Tomás Ávila Laurel la oportunidad de poder contar en nuestra Portal del Conocimiento sobre África con esta colaboración.
El discurso del difunto Eloy Eló, por Juan Tomás Ávila Laurel
El discurso del difunto Eloy Eló, Siendo fiscal. No tardó en ser destituido. 1995. Luego se exilió en España, se cansó del exilio, volvió a Guinea y...
África tropieza con la misma piedra, por Juan Tomás Ávila Laurel
Ayer recibí un mensaje electrónico de Amnistía Internacional en el que se pedía mi firma para la detención del ciudadano estadounidense George Bush...
Guinea Ecuatorial: colonización e injerencia externa, por Juan Tomás Ávila Laurel
Las objeciones presentadas por algunos pensadores africanos cuando, en uno de nuestros últimos artículos, hablábamos de la necesidad del destierro...
Vendedores de cinismo por Juan Tomás Ávila Laurel
Desde que Guinea alcanzara la independencia no ha levantado cabeza. Y aunque Qorvis y otras agencias de los Estados Unidos hagan un esfuerzo...
Añagaza de infames, por Juan Tomás Ávila Laurel
Mohamed Bouazizi, tunecino al que debemos tener siempre in mente, vivía en su ciudad y se cansó de las exacciones de los agentes del orden que...
Los capataces de la finca, por Juan Tomás Ávila Laurel
Este título lo saqué de unas reflexiones que hizo el escritor guineano Donato Ndongo en Tenerife en noviembre de 2007. Estas palabras cobran estos...
Guinea Ecuatorial: caminos que se cruzan, por Juan Tomás Ávila Laurel
El 15 de agosto, se celebró en la no-república de Guinea Ecuatorial una parada laboral civil por un documento conocido como Carta de Akonibe. Lo que...
Guinea Ecuatorial: en la senda de lo inteligible, por Juan Tomás Ávila Laurel
Guinea Ecuatorial era antes un lugar desconocido de África, poblado de salvajes sin religión, sin instrucción ninguna. Era esta la doctrina...
En la raya de lo inaceptable: Carta a los moradores del barrio de Bikui, Bata, por Juan Tomás Ávila Laurel
Hombres, mujeres, jóvenes y niñas de Bikui: Nosotros que no vivimos en vuestro barrio nos hemos enterado a través de un ciudadano de a pie que,...
Al descubierto, por Juan Tomás Ávila Laurel
Cuando mandaba Mobutu Sese Seko, creíamos, de verdad, que el mundo entero aborrecía a los dictadores. Pero lo que ocurrió fue que su dictadura era...
Cerrilidad política reiterante, por Juan Tomás Ávila Laurel
Hace cuarenta días que el general-presidente de la república amaestrada de Guinea Ecuatorial, previendo la traslación de las revueltas...
Nada, absolutamente nada pasó en Sipopo, por Juan Tomás Ávila Laurel
De verdad, fue nuestra impresión al término de la cumbre que tuvo lugar allá. Y en verdad ya sabíamos que no habría nada muchos meses antes de que...
Carta abierta a Barack Obama, por Juan Tomás Ávila Laurel
Hermano Obama: Al principio de su elección como presidente de los Estados Unidos de América recibió el Premio Nobel de la Paz, hoy por hoy, el...
La tercera jornada, por Juan Tomás Ávila Laurel
La tercera jornada fue en Barcelona. Como la primera y la segunda. Todas sobre Guinea Ecuatorial. Eso de primera o segunda jornada me hacer recordar...