La crisis política y migratoria que se desató hace varios meses en Túnez continúa. Un grupo de africanos negros fue deportado recientemente de la ciudad de Sfax, en Túnez, hacia la frontera con Argelia. Mientras tanto, otro grupo migrantes, de aproximadamente 600 personas, fue enviado por las fuerzas de seguridad tunecinas hacia Libia. Según informó uno de los migrantes a la agencia periodística AFP, estas personas no cuentan casi con recursos básicos como agua o comida.
La situación ha elevado significativamente los niveles de tensión en Túnez. El pasado 3 de julio, por ejemplo, un enfrentamiento entre tunecinos y migrantes terminó con el apuñalamiento de un hombre de 41 años, Nizar Amri. Tras su muerte, se han desatado más reacciones violentas en la ciudad de Sfax por parte de personas que dicen querer “vengar su muerte”.
Lazhar Neji, un paramédico tunecino que trabaja en el departamento de emergencias de un hospital, describió la situación que se está viviendo en el país como “inhumana”. Afirmó que los migrantes están siendo atacados de múltiples maneras: “ se les tira de los balcones, a otros se les ataca con armas blancas… incluso las mujeres y los niños son atacados ”.
[Traducción y edición, Itzá Camacho de Domingo]
[CIDAF-UCM]
0 comentarios