La Resistencia Nacional Mozambiqueña (RENAMO), principal agrupamiento opositor al gobernante Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO) anunció la semana pasada que comenzará a ejercer el gobierno en seis provincias donde, asegura, ganó las elecciones generales de 2014. Ese anuncio fue acompañado de la decisión de abandonar unilateralmente el diálogo político que ambas organizaciones venían desarrollando desde hace más de dos años.
Asimismo informaron la apertura de un nuevo cuartel general en el distrito de Morrumbala, provincia de Zambézia.
Afonso Dhlakama, máximo dirigente del RENAMO, rechazó una invitación al diálogo del presidente Filipe Nyussi, al alegar que no tenía “nada que decir” al jefe de Estado por “la falta de seriedad del Ejecutivo”. “El Gobierno no quiere que la RENAMO forme parte de la vida gubernamental del país”, añadió.
Por su parte el mandatario mozambiqueño aseguró que “nuestras diferencias y las ideas están por debajo de los intereses del pueblo. El pueblo quiere la paz, quiere tranquilidad. El pueblo no está en un lado, está en todos los lados. Y estos dos pueblos, que juntos forman el pueblo mozambiqueño, quieren la paz, quieren el crecimiento”.
En el mismo sentido se expresó José Pacheco, ministro de Agricultura y jefe de la delegación gubernamental en el diálogo con el RENAMO y al ser consultado sobre si esta decisión de la Resistencia no sería un pretexto para el inicio de otro ciclo de inestabilidad en el país respondió: “Mozambique no está en guerra. El Gobierno está completamente distanciado de cualquier actitud de declarar guerra”.
Finalmente este fin de semana un comunicado del FRELIMO instó a la RENAMO a que “cumpla, sin precondiciones, el Acuerdo de Cese de las hostilidades militares, al aceptar el desarme, urgente e incondicional, y la integración y reinserción social y económica de sus hombres residuales”.
FRELIMO y RENAMO se enfrentaron en una guerra civil que duró 16 años, después de la independencia nacional en 1975. Ambas organizaciones firmaron en 1992 el Acuerdo de Paz de Roma que puso punto final a las hostilidades y, desde entonces, el Frente gobierna el país.
Notas
[Fundación Sur]