Aumenta en Kenia el temor a un resurgimiento de la violencia en la provincia del Valle del Rift, con el debate sobre los posibles enjuiciamientos de los sospechosos de planear las oleadas de violencia que se produjeron en el país, tras las elecciones de diciembre de 2007.
Ha empezado a circular que el 90 % de los sospechosos que integran la controvertida lista entregada al fiscal de la Corte Penal Internacional, son de la misma comunidad.
Según el reportero de AfricaNews, Maina Waruru, lo que está avivando más todavía las tensiones es que los sospechosos son todos personas importantes en el gobierno, de la etnia kalenjin, el grupo dominante en la provincia del Rift. Hay crecientes tensiones y odio entre los kalenjin y los kikuyu, el grupo étnico que sufrió el mayor número de víctimas mortales durante la violencia postelectoral.
Los kalenjin aseguran que la representación en dicha lista no es justa y que se trata de una caza de brujas. Los miembros de la comunidad kikuyu viven con miedo a posibles ataques, cuando el fiscal del ICC, Luis Moreno Ocampo, desvele los nombres de los sospechosos que integran la lista.
Las renovadas tensiones llegan justo cuando miles de personas que han estado viviendo en tiendas de campaña, en campos de refugiados internos, durante 18 meses, comienzan poco a poco a volver a instalarse en sus casas. Unas 1.000 personas perdieron la vida en el caos que invadió Kenia tras las últimas elecciones, la mayoría de ellos de la provincia del Rift.
De los 350.000 desplazados internos que se produjeron en un principio, todavía unas 90.000 personas viven en los campos de desplazados, en la provincia del Rift, y si la situación sigue así, estos keniatas tienen pocas posibilidades de volver a sus casas en breve.
(AfricaNews, 20-07-09)