Un rápido y simple análisis sobre los resultados y acontecimientos posteriores a las elecciones presidenciales de Guinea, que tuvieron lugar el pasado 11 de octubre, podría dejarnos la sensación de una victoria por KO por parte del líder de la Agrupación del Pueblo Guineano (RPG) arc en ciel, coalición en el poder. Pero seguramente muchos analistas políticos guineanos no estarían de acuerdo con una visión tan básica de la actualidad política del país. Pese a las diferentes lecturas que se puedan plantear, la realidad es que Alpha Condé ha conseguido su segundo mandato presidencial sin tener que acudir a una segunda vuelta, al contrario de lo que sucedió en 2010, al alcanzar más del 50% de los votos. Vamos a ver los resultados y últimos movimientos políticos que configuran el panorama político del país.
Lo primero, Alpha Condé ha obtenido un 58% de los votos frente al 31% conseguido por El hadj Cellou, de la Unión de Fuerzas Democráticas de Guinea (UDFG), única oposición de peso. El resto de los líderes políticos simplemente han sido barridos. De algunos no se esperaba más, incluso han cumplido, pero para otros ha sido una hecatombe. De los ya curtidos en la anterior carrera presidencial, Lansana Kouyaté se ha desmoronado quedando en sexto lugar, de ocho, con poco más del 1%. Koly Kouruma, que al igual que Kouyaté ya había sido Primer ministro, confirma su particular desastre con un 1,3% de los votos.
Los neófitos Tounkara, con el 0,5%, y Milimono, con el 1,4%, cumplen dándose a conocer. Especialmente Milimono, quien desde el Bloque Liberal, este antiguo portavoz de la coalición dirigida por Cellou, se hace con una prestigiosa cuarta posición en la carrera presidencial, presentando sus credenciales de futuro, avaladas por su origen en la Forestal y su posición conservadora.
En último lugar encontramos a la única mujer que pretendía liderar el país al frente del Partido Ecologista de Guinea (PEG). No se esperaba que ocupara otra posición, cualquier otro resultado hubiera sido una sorpresa, pero con sólo el 0,33% de los votos, con un 52% de mujeres del total del censo, queda claro que no ha sabido congregar el voto femenino, ni ha sabido hacer llegar un mensaje atractivo a la sociedad guineana.
La única figura política que ha plantado relativamente cara al bipartidismo político ha sido el antiguo Primer ministro Sidya Touré, al frente de la Unión de Fuerzas Republicanas (UFR). Ha sido el tercero, pero ni siquiera en discordia, pues su escaso 6%, supone un serio revés a sus pretensiones. No es que pensara en ganar, pero su posicionamiento en una hipotética segunda vuelta se vendería mejor con un mayor saco de votos para colocar en la balanza de los candidatos. La medida del descalabro de Sidya nos la ofrece el 13% de votos que consiguió en las presidenciales de 2010; no ha llegado ni a la mitad. Pero como veremos no todo pinta tan mal para este septuagenario.
Si comparamos los resultados en la primera vuelta de las presidenciales de 2010 y 2015, Alpha Conde, tal y como pretendían los eslóganes lanzados por sus compañeros de partido, ha ganado de forma aplastante. Con un 18% de los votos, Condé se apuntaba en 2010 a la segunda vuelta gracias a obtener un escaso 5% más que Sidya, quien en la segunda vuelta pidió el voto para Cellou. El Líder del RPG ha sabido mantener el voto de las anteriores elecciones, barriendo en su territorio natural, la Alta Guinea, una de las principales fuentes de votos del país. Sus cuadros políticos en la Forestal han respondido de forma ejemplar entregándole la victoria en todos los distritos. De esta forma quedaba desmontado el mediático acercamiento de Cellou a Dadis Cámara, antiguo presidente del Consejo Nacional para la democracia y el Desarrollo (CNDD) y una de las figuras icónicas de la Forestal. De todas formas, el gran perdedor en esta región ha sido Sidya quien había puesto grandes expectativas en la zona. Se rumorea que una de las bazas que podría haber jugado el presidente es haber dado su apoyo a Cámara para las presidenciales del 2020.
También ha sabido comerle el terreno el presidente a Sidya en la Baja Guinea o Guinea Marítima. Aquí la pelea ha sido más estrecha, pero Alpha ha salido reforzado. Cellou ha sabido mantener el tipo en la región y avasallar en Fouta, su feudo, pero hasta aquí, en la Media Guinea, Alpha ha sabido mejorar sus porcentajes de votos.
Una versión por parte de la UFDG de los resultados cuenta que el partido ha sabido defenderse en las circunstancias más difíciles y, por tanto, ha sabido estar a la altura. Pero, pese a esa resistencia frente a un poder que ha sabido jugar con maestría todas sus bazas, está claro que la oposición no ha dado con la estrategia adecuada para enfrentarse al RPG arc en ciel y a un Alpha Condé que, frente a sus opositores, se está mostrando como el más listo, con diferencia, de la clase.
Hay voces desde dentro del UFDG que señalan directamente a la dirección de campaña del partido como culpable al haber seguido el juego a Sidya al marcar el plan de ruta de la oposición. Algo así como si el UFDG hubiera puesto el partido y su electorado y el UFR de Sidya hubiera marcado el camino. Pese a la firma de la declaración de París, en marzo de 2015, en la que Cellou, Sidya y Kouyaté acordaron no reconocer la legitimidad de Condé para ser presidente de Guinea, el líder del UFDG se vio forzado por los movimientos del resto a presentarse a las elecciones pese a la oposición de parte del partido, encabezada por el vicepresidente, Bah Oury, desde Francia, que ya avisaba que no se daban las condiciones para acudir a las elecciones y preconizaba una victoria en la primera vuelta del presidente saliente.
Así, el principal partido opositor ha comenzado a enseñar grietas que parecen que pueden irse ensanchando en un futuro. Bah Oury, natural de Pita, en la Media Guinea, fortaleza del UFDG, ya ha pedido desde Francia la destitución de Cellou a la cabeza del partido, recordando sus derrotas presidenciales en 2010 y 2015 y las legislativas en 2013. Además, como vicepresidente, acusa a su jefe de falta de transparencia a la hora de dirigir el partido durante la pasada campaña.
Ante esta situación, Alpha Condé, el más hábil, sin lugar a dudas, ha llamado, el pasado viernes, 23 de octubre, al Palacio Sékhoutouréya, residencia presidencial, a Sidya Touré para mantener una reunión en la que, según comentó el líder del UFR, se habló de cuestiones sociopolíticas y económicas que afectan al país y de cómo hacerlo avanzar de forma adecuada. De esta reunión, que con toda seguridad ha hecho mucho daño en la dirección de la UFDG, se pueden sacar unas primeras conclusiones: el buen ambiente entre Alpha y Sidya, la convergencia de ideas entre los dos y una afinidad en su visión de futuro.
A raíz de este encuentro ya se han ofrecido dos tipos de especulaciones. Por una parte, la de aquellos que piensan que es una jugada maestra del líder del líder del RPG para hacer añicos a la oposición nombrando Primer ministro a Sidya. Por otra parte, no son poco los que comentan que Alpha Condé nunca nombraría a nadie que le pudiera hacer sombra. Pero lo cierto es que Alpha no podría presentarse a un tercer mandato y Sidya ya contaría para el 2020 con 75 años. Sea esta rumorología verdad o no, lo cierto es que la oposición más allá del partido de Cellou está desaparecida y el UFDG en sus horas más bajas; en esto ha aparecido nuevamente Bah Oury y se ha ofrecido públicamente como candidato para las próximas presidenciales. Un amplio y diáfano panorama se abre para Alpha Condé y la coalición del RPG arc en ciel.
Rafael Sánchez
@Rafaelcidaf
Fundación Sur