¿Asesinato político en Mozambique?

5/03/2015 | Crónicas y reportajes

El día 3 de marzo fue víctima de un atentado con arma de fuego, en el centro de Maputo, capital de Mozambique, el constitucionalista Gilles Cistac, considerado como una de las figuras más incómodas para el gobierno mozambiqueño. Gilles Cistac falleció pocas horas después del atentado, como consecuencia de los disparos, en el Hospital Central de Maputo.

En Mozambique desde 1993, Cistac de 53 años, de origen francesa con nacionalidad mozambiqueña, fue asesor en el Tribunal Administrativo y en los ministerios de Trabajo y Turismo. En el terreno académico, fue director adjunto para la investigación y desarrollo de la Facultad de Derecho de la Universidad Eduardo Mondlane, la principal del país, donde también ocupó las cátedras de Derecho Constitucional y Derecho Administrativo.

Cistac fue recientemente objeto de ataques anónimos en las redes sociales. Una persona, que se identificó con el seudónimo de Calado Kalashnikov, lo acusó de ser un espía francés, que consiguió la nacionalidad mozambiqueña de forma fraudulenta.

En respuesta, Cistac presentó una queja en la Procuradoría General de la República declarando que era víctima de intolerancia política. En una entrevista al periódico Savana, el día 27 de febrero declaró que era víctima del racismo y de la intolerancia política, a causa de sus posicionamientos. Gilles Cistac ya había recibido amenazas de personas que se decían miembros de Frelimo y que lo acusaban de ser asesor jurídico de Renamo, el principal partido en la oposición.

La semana pasada, un ciudadano que se identificó en las redes sociales como Calado Kalashnikov, hizo circular mensajes de tono racista en Facebook, acusando a Gilles Cistac, a Fernando Veloso, director del Canal de Mozambique, a Fernando Lima y a Castel Branco, todos ellos ciudadanos mozambiqueños de raza blanca, de patrocinar una subversión en el país, según indicó Canalmoz.

Gilles Cistac era conocido como promotor de tesis embarazosas para FRELIMO, partido en el poder desde la independencia de Mozambique en 1975. En la última de sus tesis, Cistac apoyaba a RENAMO, principal partido de la oposición, en su proyecto político de creación de provincias autónomas. La legalización y el establecimiento de las zonas autónomas es uno de los temas favoritos del jefe de la oposición Afonso Dakhalama.

Fuera de la esfera académica y de la asesoría jurídica a entidades gubernamentales, Gilles Cistac era bien conocido por sus tesis, muchas veces desfavorables al partido en el gobierno.

Recientemente Gilles Cistac provocó un auténtico vendaval jurídico y político, cuando afirmó que la exigencia del partido en la oposición RENAMO (Resistencia Nacional Mozambqueña) de creación de regiones autónomas, para poder gobernar en las provincias en las que ganó las elecciones del 15 de octubre, tendría cobertura constitucional, si el movimiento (RENAMO), substituyese la exigencia de “regiones autónomas” por “provincias autónomas”.

En la opinión de Cistac, al prever la posibilidad de la creación de entidades políticas por encima de los municipios, la Constitución de la República de Mozambique deja lugar a la hipótesis de que las provincias tengan el mismo estatuto que los municipios, lo que coincide con una provincia autónoma.

Basándose en este argumento jurídico, el líder de la RENAMO, Afonso Dhlakama pasó a exigir la creación de provincias autónomas, dejando de lado la referencia a las regiones autónomas.
La tesis de Gilles Cistac y su adopción por parte de Dhlakama le valió al constitucionalista comentarios hostiles de parte de analistas alineados con FRELIMO.

Al comienzo del año pasado, el académico ya se había visto envuelto en una “batalla jurídica” con juristas aliados a FRELIMO, por haber defendido que la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) no tenía quorum para funcionar sin la presencia de los representantes de la RENAMO, cuando este movimiento decidió impedir a sus miembros que tomasen posesión en aquel organismo, al rechazar la ley electoral.
A finales de 2014, Cistac provocó un fuerte debate, cuando publicó, en co-autoría con el académico João Mosca, una obra que defendía la reducción del número de ministerios, dada la ineficiencia y la duplicación de competencias en la mayoría de los ministerios, que constituyen el gobierno actual.

Gilles Cistac ya había obligado a Armando Guebuza, jefe de estado entre 2005 y 2015 y actual presidente de FRELIMO, a anular la Alta Autoridad de la Función Pública, substituyéndola por el Ministerio de la Función Pública, después de que el constitucionalista denunciase que el Presidente de la República no tenía competencia para crear tal entidad.

En 2012, el gobierno rechazó el nombre de Gilles Cistac, por indicación de la sociedad civil, para juez del Tribunal Africano de los Derechos Humanos, presentando en su lugar un procurador general adjunto, que no cumplía con todos los requisitos para el cargo.
Vista la gravedad de la situación, el 4 de marzo la Comisión Política de FRELIMO negó cualquier tipo de envolvimiento en el asesinato del constitucionalista Gilles Cistac, rechazando las “acusaciones gravísimas”, reproducidas por algunos órganos de comunicación social.
“La Comisión Política se distancia de las acusaciones de aquellos que, recurriendo a maniobras dilatorias, acusan a Frelimo de ser responsable de la muerte del académico Gilles Cistac”, refiere un comunicado de aquel órgano, que “repudia vehementemente la postura que está siendo asumida por algunos órganos de comunicación social”.

El partido en el poder en Mozambique considera que se está enfrentando a “acusaciones gravísimas”, que tienen como fin “fomentar los rumores, crear la división en el seno del pueblo mozambiqueño, sembrar la confusión, incentivar la violencia, desestabilizar el país y poner en causa el gobierno de FRELIMO”, así como poner en cuestión la honra, el buen nombre y la imagen de esta fuerza política y de sus dirigentes.

Jornal O País – (Fundación Sur)

Traducción : Jesús Zubría

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