El periodista Kambale Misonia conocido como «Pacheli», mártir de la denuncia de la ocupación ruandesa del este de la República Democrática del Congo, ha sido asesinado por los militares de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo, FARDC, por haber sido el moderador de una emisión sobre la enorme militarización de la ciudad de Kirumba y la ocupación de las casas, habitadas en una tercera parte por militares. La autoridad urbana dio una orden para que los militares abandonasen las casas de los civiles, pero muchos militares se resisten y siguen en las casas, para gran consternación de la población local.
El periodista Kambale Misonia, que fue asesinado el 21 de junio, presentaba programas regularmente en varias emisoras de radio del Sur de Lubero, entre ellas la Radio Comunitaria de Lubero SUD, la radio Paysanne de Kirumba, RVA, etc. Cuando no era presentador, leía los periódicos publicados en francés.
La semana en la que fue asesinado, Pacheli había organizado una emisión a teléfono abierto. Entre sus invitados estaba el presidente de la Sociedad Civil de la Ciudad Mártir de Kirumba. Todos los invitados lamentaron la inseguridad sofocante en la que viven, señalando con dedo acusador a las FARDC y a los policías provenientes del CNDP.
Tres días después de su última emisión, el portavoz del pueblo fue asesinado a unos 75 metros de su casa. El teléfono móvil del periodista fue arrebatado por sus asesinos. Tanto la esposa como el resto de vecinos de Kambale Misonia, oyeron los disparos en la noche, pero se quedaron encerrados en casa por miedo, hasta la mañana siguiente, en que se descubrió su cadáver. El periodista ha sido enterrado en el cementerio de Katwa.
Todavía no se ha iniciado ninguna investigación para encontrar a los asesinos. Algo que se comprende bien, ya que los criminales no se pueden investigar a sí mismos.
En la última emisión de radio, el periodista había denunciado la ocupación ruandesa en curso del Sur de Lubero, y más precisamente de la ciudad de Kirumba.
Esta ocupación se caracteriza por una militarización de la ciudad. Los contingentes de militares siguen llegando en gran número sin que se sepa de dónde vienen y qué hacen exactamente, ya que su presencia no hace más que empeorar una situación de seguridad ya precaria. Los militares ocupan sin pedir permiso todas las casas deshabitadas de la ciudad y casas cuya construcción está sin terminar. Cuando hay una casa grande habitada, entran por la fuerza para verificar que todas las habitaciones están ocupadas. Si hay alguna libre, se instalan por la fuerza, entrando en la vida de la familia.
En algunos casos, los militares se instalan por la fuerza en las parcelas que tienen cabañas o cocinas grandes, y exigen a los ocupantes alimentos, agua y dinero, amenazándoles con los kalasnicovs. Algunos de ellos deciden abandonar sus parcelas para proteger a sus hijos y a ellos mismos.
(Publicado en Beni Lubero, RDC, 27-06-11)