Arzobispo de Túnez: “Dejémosles gobernar pero estemos vigilantes”

28/11/2011 | Entrevistas

«Yo no puedo mas que confirmar lo que los observadores internacionales han constatado: las elecciones se han desarrollado muy bien, de manera correcta, libre y transparente. Comparto el entusiasmo que una gran parte del pueblo tunecino y de los medios de comunicación que han cubierto los hechos, ha manifestado por la participación elevada a esa cita electoral y que continua a manifestarse ahora en esta fase constituyente”. Mons. Lahham ha resumido así su pensamiento a propósito de la cita del 23 de octubre último, de las elecciones después de la caída del régimen de Ben Ali y a las que el 90% del electorado ha acudido a las urnas: elecciones ganadas por el partido islámico «al-Nahda».

Pero se puede dudar que los desordenes que estallaron algunos días después de la noticia de los resultados electorales cuando las listas del partido PPJD de Hechmi Hamadi fueron excluidas, hayan ensombrecido este entusiasmo…

-No, las manifestaciones en defensa de Hamadi se apagaron enseguida, el toque de queda impuesto ha durado solamente un día, la situación se normalizó rápidamente. Hamadi es un empresario rico que vive en Londres y desde allí, gracias a su televisión organizo una campaña electoral con acentos particulares, sin nunca poner los pies en Túnez, una campaña cargada de promesas electorales centradas sobre todo en los bienes materiales, los salarios y el dinero para los parados. Los más pobres le han seguido. La exclusión de sus listas se debió a varios factores, además del no-respeto de ciertas reglas de la campaña electoral y su proximidad, así como la de sus parientes y amigos con el antiguo régimen. En Túnez, si hoy estas a la sombra de Ben Ali, estas excomulgado.

¿Qué espera usted como obispo de Túnez?

-Soy optimista, las cosas se han desarrollado bien y ahora hay que respetar la voluntad expresada por el pueblo: dejar gobernar a los vencedores y comprobar que siguen bien su programa. No es el momento de hacer objeciones, es el momento de permitir a los vencedores trabajar hasta la próxima cita electoral. Después veremos como el pueblo evalúa sus acciones. Estar siempre en la oposición es demasiado fácil.

¿Que ha favorecido el triunfo de Al-Nahda, según usted?

-Los 90 escaños del parlamento obtenidos han sido una sorpresa ante todo para los vencedores mismos. Han ganado por que han empleado un lenguaje moderado, han sabido juzgar a partir del Islam de manera inteligente. Pero eran sin ninguna duda el partido mas estructurado y teniendo detrás una historia. Es más, incluso una historia de persecución de la parte del régimen precedente, un aspecto que es ahora un honor, una ventaja sobre los competidores. Muchos y entre ellos yo, temíamos que los representantes de esta fuerza política utilicen un lenguaje doble, que sean ambiguos, que muestren una posición moderada pretendiendo en cambio otra. Ahora no es el momento de recriminar a ese nivel. Nos piden que les demos una posibilidad: han obtenido la aprobación de los electores y esa aprobación tiene que ser respetada. A la primera manifestación contra ellos, han garantizado que se irán. Nosotros tenemos ahora que guardar los ojos abiertos para verificar si su comportamiento es correcto, pero también tenemos que dejar actuar.

¿Qué opinión tiene de los otros representantes políticos?

-Ha habido una gran fragmentación entre todos los que se habían inscrito a la campaña electoral y eso los ha debilitado. Cada uno trabajaba en provecho propio, con muchas listas personales y una treintena de ellas ha conseguido, un máximo de uno o dos escaños. Hay pues alrededor de 60 escaños “pulverizados”. Si hubieran sido capaces de formar una coalición, habrían derrotado a Al-Nahda.

¿Quien sostiene financieramente este partido triunfante?

-Todos los partidos islámicos, en cualquier país que sea, tienen fondos económicos con los que pueden contar. Los reciben de sus afiliados o de los países del golfo. Desde ese punto de vista no tienen problemas.

¿Y el Ejercito, qué papel ha jugado y cuál es su posición ahora en Túnez?

-El Ejército ha sido neutro. Desde el principio de la revolución hasta hoy en día, ha estado cerca del pueblo y ha sido el garante de la seguridad.

¿Piensa usted que el modelo de referencia para el nuevo Túnez podría ser Turquía, como lo piensan muchos representantes de Al Nahda?

-Muchos afirman ese paralelismo entre Túnez y Turquía. Pero es una manera instrumental de tratar de mostrar a Europa que es posible de conjugar Islam y democracia, algo que Occidente percibe difícilmente, pero que se ha producido en Turquía. Pero yo pienso que no es posible trasplantar un modelo de un país a otro: el sistema turco no puede ser copiado y propuesto a un país como Túnez. Nuestra democracia, tiene que ser una democracia tunecina.

¿Qué papel han jugado los medios de comunicación en esta competición electoral?

-Los nuevos medios como Facebook y Twitter han sido, claro está, muy utilizados por los jóvenes para animar el debate, seguramente porque no son fácilmente controlables. Pero los medios tradicionales también han explotado al mismo tiempo: después de la revolución, han nacido dos televisiones públicas y privadas y ahora otras dos están a punto de aparecer. Todos los programas prevén tribunas electorales, mesas redondas, con tiempos cronometrados con el fin de permitir a todos los hombres políticos expresar sus programas respectivos. Si antes los tunecinos cogían la RAI italiana o France 2, durante el periodo electoral todo el mundo ha descubierto la televisión tunecina, que no eran siempre, hay que reconocerlo, imparciales.

-¿Cuáles son ahora las prioridades que su país tendría que afrontar?

-Veo dos: el trabajo y la seguridad. Hay que dar trabajo a los jóvenes y relanzar la economía; las empresas extranjeras tienen que volver aquí para invertir, el turismo tiene que ser lanzado de nuevo, hay que restablecer las relaciones con Libia; hay que trabajar un clima seguro, la policía no tiene que humillar al pueblo, pero tiene que ser garante de la situación del país.

Entrevista con Mr. Maroun Lahham, Arzobispo de Tunez por María Laura Conté.

Revista Oasis 9-11-2011.

Traducido por Inma Estremera.

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