El nuevo libro de Antoine Glaser, ex director de La Lettre du Continent (1), con un provocador título, acaba de ser publicado por Ediciones Fayard.
Francia se despierta en África con resaca. Pensaba que todo estaba todavía bajo control y que su «ciencia africana» era infalible. Todo esto no es más que una ilusión: los devenires políticos, religiosos, sociales y económicos del continente se le han escapado de las manos por completo.
Por pura arrogancia, los líderes franceses nunca han estado realmente interesados en la complejidad del continente africano. En cuanto a los que se establecieron allí durante la Guerra Fría, los cooperantes venidos para enseñar o los militares se dedicaron siempre a formar a los africanos a su propia imagen más que a entender sus características y deseos.
¡Es hora de dejar de dejar de dar lecciones y aprender de África!
Hoy Francia paga esa arrogancia muy cara. Las generaciones más mayores les acusan de ingratitud, mientras que los jóvenes titulados, rechazados en las puertas de los consulados, prefieren realizar sus estudios en otros lugares. Las mayores empresas industriales francesas pierden contratos, que daban por supuesto eran suyos, frente a sus competidores chinos.
Las congregaciones católicas francesa sufren la competencia de las Iglesias emergentes pentecostales, evangélicas), por no hablar de la expansión del islamismo radical.
El desconocimiento de África y de los africanos ha llevado a Francia a análisis anacrónicos y a subestimar la riqueza de este continente y de su diáspora.
Esta es, en general, la denuncia de Antoine Glaser en su nuevo libro «Arrogante como un francés en África». ¡Es hora de dejar de dar lecciones y aprender de África!
Este libro también está disponible en versión digital. “Arrogant comme un français en Afrique”
(1) Publicacion bimensual creada en 1985
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