Argelia ha decidido llamar a consultas a su embajador en Bamako como reacción a “la decisión del gobierno maliense de proceder a la liberación de cuatro terroristas que estaban encarcelados, con el falso pretexto de que habían sido juzgados y habían purgado su pena”, según indicó el día 23 de febrero el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, en unas declaraciones.
“Tras la decisión del gobierno de Mali de proceder a la liberación de cuatro terroristas el gobierno de Argelia ha decidido llamar a consulta a su embajador en Bamako”, señala el comunicado.
El gobierno argelino condena y denuncia enérgicamente la actitud hostil del gobierno de Mali, que ha hecho caso omiso del acuerdo bilateral de cooperación judicial, firmado por ambos países, en cuyo nombre el gobierno argelino presentó una solicitud de extradición de dos argelinos, detenidos por actos terroristas, formulada en septiembre de 2009 y nuevamente en febrero de 2010”, según la misma fuente.
“El gobierno de Argelia señala que la decisión del gobierno de Mali viola las resoluciones pertinentes y vinculantes del Consejo de Seguridad de la ONU y los acuerdos bilaterales, regionales e internacionales de lucha contra el terrorismo”, señaló el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores.
El gobierno de Argelia recuerda que la decisión del gobierno maliense de liberar a los terroristas, buscados por países vecinos es un hecho peligroso para la seguridad y la estabilidad en la región sahelo-sahariana y favorece, objetivamente, a los intereses de los grupos terroristas que operan en la región bajo la bandera de Al Qaeda”. El portavoz ha indicado además que el ministerio de Asuntos Exteriores, “en vista de estos acontecimientos peligrosos para la seguridad y estabilidad en la región sahelo-sahariana, ha convocado al embajador de Mali en Argelia, para pedirle explicaciones por esta decisión de su gobierno.
Hay que recordar que Mali liberó a dos argelinos, un mauritano y un burkinés, supuestos terroristas, que estaban cumpliendo una condena en la cárcel de ese país por posesión ilegal de armas, para favorecer la liberación, el día 23 de febrero, de un rehén francés que tenía secuestrado Al Qaeda desde hacía casi tres meses.
Mauritania, que llamó a su propio embajador a consultas el día después de los acontecimientos, también ha criticado en los mismos términos la actitud de Bamako, que se ha negado a cooperar con los países vecinos en materia judicial y de seguridad, pero que ha cedido a las presiones de Francia, para salvar la vida de su ciudadano secuestrado.
(El Watan, Argelia/otras fuentes, 26-02-10)