El despilfarro de alimentos se ha convertido en una preocupación creciente en Argelia en 2024, según un estudio reciente realizado por el Centro de Investigación Económica (CREAD). Dicho informe revela que aproximadamente el 30 % de los alimentos terminan en la basura o en vertederos públicos. Esto representa una cifra alarmante, especialmente en un momento de inflación y a pesar de los esfuerzos del gobierno por racionalizar el gasto.

Houari Mbarek Ghebazi, director del CREAD, señala que estas estadísticas reflejan que se ha instaurado un desperdicio significativo en los hábitos de consumo de la población, incluso en medio de la crisis financiera y la disminución del poder adquisitivo debido a la devaluación del dinar. Sin embargo, también ve esta situación como una oportunidad para que los argelinos reconsideren sus comportamientos y mejoren su calidad de vida.

El desperdicio del pan es otro aspecto preocupante. Según el presidente de la Federación Nacional de Panaderos, de los 27 millones de baguettes producidas diariamente en Argelia, alrededor de 7,2 millones, es decir, el 27 %, no se consumen y acaban siendo desperdiciadas. Este desperdicio, ya sea utilizado como alimento para animales o simplemente desechado, plantea un desafío adicional. Expertos y asociaciones de protección al consumidor han expresado su preocupación por la generalización del desperdicio de alimentos en el país, especialmente en productos subvencionados como los derivados del trigo.

El economista Djamel Noureddine identifica tres factores que contribuyen a este fenómeno. En primer lugar, menciona el «miedo a la escasez», que impulsa a las personas a acumular alimentos por temor a la falta de suministros. En segundo lugar, señala la falta de coordinación en el proceso de compra, especialmente en familias con múltiples fuentes de ingresos. Por último, destaca los hábitos de consumo desarrollados durante los años de prosperidad financiera entre 2000 y 2013, que ya no son sostenibles dado el panorama económico actual.

Autor: Mahdi Amine 

Fuente: Algerie 360

[Traducción y edición, Bruno Rodríguez]

[CIDAF-UCM]