Según informes recientes de los medios locales, mezquitas e iglesias se han convertido en blanco de destrucción en el estado central de Plateau, en Nigeria, en medio de crecientes tensiones por un enfrentamiento fatal que involucró al ganado. Un informe de la BBC afirma que seis mezquitas y dos iglesias fueron incendiadas durante el caos. El incidente tuvo lugar en Mangu y se cobró la vida de ocho personas cuando el ganado deambulaba por una carretera, obstruyendo el tráfico y provocando una serie de enfrentamientos violentos.
La violencia comenzó en Mangu tras un intento fallido de ladrones armados de robar ganado fulani, según informes de los medios locales. El caos se produjo después de que las vacas escaparan durante el altercado, lo que provocó muertes y destrucción. Tanto las comunidades cristianas como las musulmanas atacaron lugares de culto, lo que dio origen a más disturbios. A pesar del toque de queda, informes no confirmados sugieren que los enfrentamientos han continuado.
El gobernador del estado ordenó un toque de queda de 24 horas en Mangu para frenar más violencia. Sin embargo, se hicieron excepciones para la celebración solemne de entierros, permitiendo a la comunidad despedir a quienes perdieron la vida.
Desafortunadamente, la región central de Plateau ha sido foco de tensiones entre comunidades, que con frecuencia desembocan en luchas religiosas y étnicas. Este entorno volátil se ve exacerbado por una intersección geográfica y cultural única, donde el norte predominantemente musulmán converge con el sur mayoritariamente cristiano. Lo que da como resultado un mosaico de comunidades muy diversas.
Mientras Nigeria lidia con esta difícil situación, se están realizando esfuerzos para abordar los problemas subyacentes que contribuyen a tales conflictos, y promover una coexistencia más armoniosa entre las diversas comunidades en el estado de Plateau.
Fuente: Vanguard – Punch – Daily Post
[Traducción y edición, Jesús Zubiría]
[CIDAF-UCM]