Un paso clave para poner fin al sufrimiento de los habitantes de Equatoria Occidental» es como monseñor Eduard Hiiboro, obispo de la diócesis de Tombura-Yambio (con un papel clave como mediador) definió un acuerdo de paz alcanzado entre el gobierno y un movimiento armado radicado en este estado del sur de Sudán del Sur.
El acuerdo, «preliminar», fue firmado ayer en el condado de Yambio. El gobierno y el Movimiento Nacional para la Liberación de Sudán del Sur (SSLM en inglés) se comprometieron a poner fin a los combates y permitir que regresen a sus hogares y sus campos las miles de personas que se vieron obligadas a huir de la violencia. El SSLM adquirió consistencia a nivel local como reacción a los abusos y crímenes cometidos por los militares de Sudán. El brazo armado del movimiento son las unidades de los «arrow boy», «muchachos con flechas», con bases en las zonas de sabana y forestales.
«No dejamos nuestras casas para hacerle la guerra al gobierno, sino para llamar su atención y hacer que escuche nuestras demandas», dijo Víctor Wanga, uno de los comandantes del SSLM, quien estaba presente en la ceremonia de ayer.
En Equatoria Occidental, una de las regiones más fértiles de Sudán del Sur, los combates y las incursiones provocaron que miles de personas se convirtieran en desplazadas en el lapso de pocos meses. Los enfrentamientos se insertan en el contexto de un conflicto civil mayor entre las fuerzas leales al presidente Salva Kiir y grupos rebeldes vinculados a su ex vicepresidente Riek Machar. Dos años de combates han obligado a más de dos millones de personas a huir de sus hogares e incluso a cruzar las fronteras con Sudán, Etiopía, Kenia y Uganda.
MISNA
(Fundación Sur)