Apolo Bass es, ante todo, un amante del Jazz. Este camerunés, nacido en 1965 y afincado en España desde principio de los noventa, es un rendido admirador de la capacidad de improvisación de “Bird”, y un estudioso de la evolución que provocó a través del bebop, fanático de la técnica de Jaco Pastorius, el mejor bajista del mundo, como se autodenominó, y devoto de los silencios de Stanley Clarke. El título de su primera obra “Jazz Africain” ya suponía toda una declaración de intereses. En “Another world without racism” Bass bebe sin pudor de las fuentes que marcan su evolución hacia una expresión musical más madura y personal. El álbum se conforma con diez composiciones del bajista, una versión del conocido “I shot the sheriff” de Marley, y un tributo a su compatriota Manu Dibango titulado “Oh koh”. Apolo continúa su viaje hacia un sonido propio y, tal vez, definitivo dentro de la africanidad del Jazz, la “gran música negra”, como la denominaron Mitchell, Bowie, Wilson, Favors, Moye y Jarman, el mítico Art Ensemble of Chicago.
Las enfermedades mentales en África, por Bartolomé Burgos
El Dr. Pierre Sans es un psiquiatra jubilado, que dedica su jubilación a ejercer la psiquiatría en numerosos países de África. Ahora publica un artículo muy crítico con el trato a los enfermos mentales en África. ¿Qué artículo es ese y qué nos revela del trato a los...
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