Esta es la quinta vez que los malienses se trasladan oficialmente a Argelia para negociar allí sobre el retorno a la normalización en el norte de Malí.
La última reunión de Argel pretende crear un acuerdo que será finalizado en Bamako con la firma de las partes interesadas. Pero se requiere del desarme de las milicias, que se pasean como quieren en su área, a pesar de la presencia de las autoridades malienses y de la misión de la ONU en Malí (MINUSMA).
El Estado de Malí es criticado desde todos los lados y, aunque trata de jugar un papel de árbitro, es difícilmente aceptado como tal, especialmente por las milicias en Kidal, que han violado el alto el fuego desafiando la planteada negociación de Argel e imposibilitando el acuerdo. Aunque el gobierno de Malí está apoyado por la ONU, no parece estar capacitado para hacer frente a las milicias armadas. Tan sólo posee la herramienta de la diplomacia y la charla pero, a ojos de muchos, esto no es suficiente para la solución.
Fuente: Afribone