Autor : Javier Mantecón
En afribuku no ocultamos en nuestra pasión por el blues africano. Dicho estilo, además de ser la raíz directa de todo lo que actualmente entendemos en occidente como jazz, pop o rock, continua erigiéndose como una de las manifestaciones musicales más en forma actualmente del continente africano. Las ediciones de trabajos discográficos se multiplican cada año pero lo más importante, también aumentan en calidad. En los últimos tiempos hemos podido disfrutar de excelentes discos de veteranos como Sidi Touré, Kar Kar Traoré, Majid Bekkas o Bassekou Kouyaté y de nuevos talentos como Mamadou Kelly, Bombino, Tamikrest, Aziza Brahim o Samba Touré, en una línea que mantiene la tradición vigente de sus propias regiones pero sin rechazar nuevas ideas. A esta lista añadiremos forzosamente a Anansy Cissé, que acaba de publicar su primer lanzamiento “Mali Overdrive” bajo el sello World Music Network/Riverboat.
De tradición songhai y peul, Anansy Cissé ha dado un paso valiente a la hora de definir su sonido para presentarse al mundo. Ha aceptado las limitaciones técnicas de los equipos a través de los que la música se reproduce en su Sahel natal para abrazarlo como seña de identidad. Cualquier habitante y visitante de África se encuentra generalmente, tanto en conciertos como discotecas o incluso en los propios hogares, con altavoces y amplificadores destrozados ya sea por el paso del tiempo, por las condiciones meteorológicas o por el mal uso.
“Mali Overdrive” parte pues de esa distorsión creada por equipos deformados para crear un sonido que nos transporta a aquellos lugares comunes en donde la música se escucha exactamente así: rasposa, cargada y atmosférica. Este sonido crudo, buscado de manera consciente por el músico, envuelve todo el álbum, enfrentándose al presente de un estilo que está muy vivo sin complejos y partiendo de una calidad compositiva excepcional.
Así, encontramos canciones de blues más arrastradas como “Agobene” o “Alhamidou” , más ligeras y alegres como “Wamashiheme” o más tradicionales como la inicial “Baala” o “Ate Woma” pero quizá sean el single “Aigouna” , “Seckou Amadou” y la takamba “Horey” los cortes que mejor definen el sonido aspero del disco, que como broche final se atreve a versionar uno de los grandes clásicos del maestro Ali Farka Touré, “Gomni”. Blues polvoriento, sofocante y desértico.
Anansy Cissé hasta ahora había escrito infinidad de canciones para artistas populares de Malí, ahora es el momento de dar un paso a adelante y reivindicar su talento.
Original en : Afribuku