Egypte: Un an après la révolution, où en est la démocratie Egipto : la democracia un año después de la revolución
25/01/ 2012 REUTERS POR SUHEIB SALEM
Los egipcios celebran este miércoles el primer aniversatrio de la “Revolución del Nilo” que ha visto la caída del Presidente Hosni Mubarak…
Un año después, están de vuelta en la plaza Tahrir. Los egipcios han confluido por decenas de miles este miércoles a la plaza del centro de El Cairo, para festejar el primer aniversario de la “Revolución del Nilo, el alzamiento popular que ha derrocado al antiguo dirigente Hosni Mubarak. Los manifestantes, que convergían al epicentro de la contestación de enero de 2011, reclaman también la retirada inmediata del Consejo supremo de las fuerzas armadas, que asume el interim en el nuevo Egipto.
Porque este aniversario tiene lugar en un contexto de incertidumbres y de divisiones al ritmo del proceso de transicion política. Las Fuerzas Armadas están bajo sospecha de querer agarrarse al poder. Ante la presión de la calle, los militares se han comprometido a restituir el poder a los civiles, al término de la elección presidencial prevista para el mes de junio próximo, pero no han conseguido convencer al conjunto de los ciudadanos. “No nos hemos reunido aquí por testarudez, sino para manifestarnos contra el consejo militar y emplazarle a abandonar el poder inmediatamente y devolverlo a los civiles”, explica Mohamed Ismail, joven contestatario de 27 años.
Levantamiento parcial del estado de urgencia
Pero este nuevo movimiento de contestación inquieta. Los Hermanos Musulmanes, que se mantuvieron discretos durante las manifestaciones los últimos meses y cuyo partido Libertad y Justicia ha tenido una victoria arrolladora en la primeras eleccciones legislativas, temen la repetición del escenario de 2011. El jefe de la cofradía musulmana Mohamed Badié, se ha declarado opuesto al nacimiento de un nuevo movimiento de contestación contra el Ejército.
La víspera de este aniversario, el Mariscal Mohamed Husein Tantaui, jefe de las Fuerzas Armadas, ha anunciado, en una alocucion televisiva, el levantamiento parcial a partir de este miércoles, del Estado de Urgencia vigente desde 1981, Ha añadido, sin embargo, que la medida continuaría a aplicarse en caso de que se produjeran “brutalidades”, sin dar más precisiones. No se trata de una suspensión del estado de urgencia, ha deplorado Esam Sultán, diputado del partido islamista moderado Wasat. “La ley sobre este tema habla de levantar o de aplicar completamente el estado de urgencia”, ha dicho.
Justicia para los mártires de la revolución
No ha habido ningún comunicado oficial sobre la amplitud de las manifestaciones de este miércoles, pero algunos testigos han calculado la presencia de 150.000 personas en la plaza Tahrir. Y en las calles, las llamadas a la “justicia por los mártires de la revolución”, parecían consensuar los eslóganes de los manifestantes de todo borde.
Como signo alentador, el Ejército ha puesto en libertad a 2.000 personas que habían sido condenadas por los tribunales militares desde la caida de Hosni Mubarak. Pero, aquí también quedan progresos por hacer, ya que una de las principales reivindicaciones es la transparencia total del proceso. Según un grupo de presión llamado “Fuera Tribunales Militares”, que fue creado desde la revolución, la justicia militar ha tratado más de 12.000 casos, desde el mes de febrero. Las condenas han tenido lugar a puerta cerrada y en la ausencia de abogados, según esta ONG.
La nueva Asamblea, que sale de las elecciones del 14 y 22 de diciembre, a la que pertenecen los partidos islamistas con una mayoría de algo más de dos tercios, se ha pronunciado también sobre este tema. Su presidente y secretario general Saad el Katatni, ha anunciado que hará su propia encuesta sobre las violencias de la revolución. Ha sido una de las demandas de los electos: pedir justicia por los 800 muertos durante el levantamiento popular. En cuanto a Hosni Mubarak, juzgado desde agosto por su presunta responsabilidad en la muerte de los manisfestantes, el ministerio público ha pedido la pena de muerte a comienzos de enero. Podría conocer su suerte dentro de poco, ya que el juez quiere concluir el proceso a mitades de febrero.
Sit-in en la Plaza Tahrir hasta que se vaya el ejército
26/01/2012 Reuters por Tamim Elyan y Edmund Blair
Jóvenes militantes egipcios se han instalado en la Plaza Tahrir, en El Cairo, y han prometido que la ocuparán hasta que los militares del Consejo superior de las fuerzas armadas (CSFA) pongan el poder en manos de los civiles.
Al día siguiente del primer aniversario de la revolución que ha derrocó a Mubarak del poder, decenas de jóvenes egipcios se encontraban todavía en la plaza, epicentro de la contestación del último invierno.
“El Consejo militar comete los mismos abusos que Mubarak. No veo ningún cambio. El Consejo militar está llevando a cabo una contra-revolución”, denuncia Samer Qabil, estudiante de 23 años.
Varios sit-ins han degenerado últimamente en afrontamientos violentos con las fuerzas del orden. El miércoles, decenas de miles de Egipcios han celebrado el primer aniversario de la revolución, pero las concentraciones, que se han desarrollado en buen ambiente, han sacado a la luz sin embargo las divisiones y las tensiones que existen en las etapas de la transición política.
En la Plaza Tahrir, la muchedumbre se dividía esencialmente entre jóvenes liberales que exigían la salida inmediata de los militares del poder, y los islamistas que festejaban la reciente victoria electoral después de varios decenios de opresión.
Los militares del CSFA han tomado las riendas del país después del derrocamiento de Mubarak, el 11 de febrero último. Prometieron que restituirían el poder a los civiles después de la elección presidencial, prevista para el mes de junio. Pero muchos activistas que estuvieron adelante en la contestación de 2011 les sospechan de querer guardar su poder.
Relaciones tensas con Washington
“El sit-in seguirá hasta su salida”, ha prometido All Abdel Fattah, un blogueador detenido durante varios días por el ejército durante los violentos incidentes que se saldaron con 25 muertos el pasado octubre.
Varias decenas de tiendas de campaña han sido instaladas en la plaza y fuegos de campamento han sido encendidos.
En Alejandría, la segunda ciudad del país, un centenar de manifestantes han decidido montar un campamento cerca de la comisaria principal para exigir, allí también, el transfer inmediato de los poderes a los civiles.
Las relaciones entre la administración americana y los generales egipcios son tensas. Dos ONG de promoción de la democracia, financiadas con fondos americanos, han anunciado el jueves que 10 de sus empleados habían sido prohibidos de salir de Egipto, cosa que una de las ONG considera como una “detención de facto”.
Entre estos empleados a los que las autoridades egipcias no les dejan salir figura Sam LaHood, hijo de Ray LaHood, secretario de Transportes del presidente americano Obama.
Estas prohibiciones están ligadas a los registros efectuados en diciembre en los locales de un cierto número de ONG presentes en Egipto. Los Estados Unidos en su momento habían reaccionado vivamente.